ras casi una década de quejas vecinales, debates y trámites, el Ayuntamiento ha puesto en marcha la contratación de una obra que será clave para la mejora de los accesos a la urbanización de Cerrado de Calderón. Se trata de una nueva entrada desde la rotonda que la conecta con la autovía A-7 que resolverá los problemas de tráfico que actualmente genera la confluencia de las calles Cáceres y Arcángeles. Los trabajos han salido a concurso por un importe de 413.000 euros y darán comienzo a lo largo del próximo otoño con un plazo de ejecución de seis meses, por lo que deberán estar finalizados para la primavera del año que viene.
La solución escogida por los técnicos de los departamentos municipales de Urbanismo y Movilidad es la creación de un cruce a distinto nivel en el que, mediante la construcción de un puente o paso elevado, la circulación de la calle Cáceres y de la calle Arcángeles se podrán desarrollar de un modo independiente. Así, habrá dos ramales directos de entrada de vehículos desde la autovía hacia la calle Cáceres, y un ramal de salida directo desde la calle Arcángeles hacia la glorieta que conecta con la A-7.
De acuerdo con el volumen de vehículos y sentidos de circulación analizados por Movilidad, se van a modificar las características de trazado y alzado del tramo de la calle Escritor Jiménez Guzmán, que es la continuación de la rotonda hacia el norte. El Consistorio ha decidido que la calle Cáceres cuente con un solo sentido y aparcamientos, al tiempo que se incorporará una instalación nueva de alumbrado. Por otro lado, se harán actuaciones en materia de evacuación de aguas pluviales, y se mejorará el alumbrado de toda la zona.
La actuación va a permitir que la subida a la autovía desde el interior de la urbanización de Cerrado de Calderón se realice por la calles Andaluces, girando luego a la derecha hacia el nuevo vial de García León -que se realizó a modo de conexión con la zona de Hacienda Paredes- para desembocar en Arcángeles, la rotonda de la calle Cáceres y, de ahí, a la Ronda Este.
Elevado uso del coche
La necesidad de acometer este plan para mejorar la movilidad en Cerrado de Calderón se remonta varios años atrás por el crecimiento poblacional de un barrio que en sus orígenes no fue diseñado para soportar el tránsito de vehículos actual. Unos 12.000 vecinos residen en la zona, que además tiene tres colegios, un club deportivo y espacios comerciales. Según los datos del Plan de Movilidad del Ayuntamiento, el 80% de los desplazamientos de la zona son motorizados y la tasa de vehículo por habitante es de 0,65. Los residentes efectúan una media de 1,5 viajes al día y la ocupación media de los vehículos es de 1,2 personas. En total, por sentido, se registran casi ocho mil coches cada día.
Fueron los residentes quienes demandaron al Ayuntamiento acelerar el proyecto de mejora vial tras el desgraciado accidente que se produjo el pasado noviembre en el que murieron un padre y su hijo al ser arrollados por un coche junto al colegio Cerrado de Calderón.
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