La venta de viviendas en la provincia sigue a la baja, pero modera su caída. Según el último balance del Instituto Nacional de Estadística (INE), que se hizo público ayer y que toma como referencia las transmisiones inscritas en los registros de la propiedad, en junio se produjeron un total de 2.665 inscripciones, de las que 1.413 se produjeron por compraventa. Esta magnitud supone un descenso de un 14,7% respecto al mismo mes del año anterior, cuando se contabilizaron 1.656 operaciones. Málaga se mantiene, con diferencia, como la provincia andaluza donde se han vendido más pisos, y casi dobla a la segunda, que fue Sevilla. De hecho, supera a comunidades autónomas enteras, tales como las dos Castillas, Canarias y Aragón. Solo se ve superada por Madrid, Barcelona, Alicante y Valencia.
En cambio, en los registros aparece también una magnitud preocupante: es la que aparece bajo el epígrafe «otros», y que engloba, entre diversas fórmulas, la dación en pago y las ejecuciones hipotecarias. De este tipo se produjeron 842 transmisiones, lo que da idea de la magnitud del problema de la pérdida del domicilio por impago. En la misma tabla también aparecen diez donaciones; 18 permutas y 382 herencias de inmuebles tramitadas en este periodo.
En cuanto al régimen y al estado de esas viviendas que han logrado cambiar de manos, la inmensa mayoría eran libres, mientras que solo 85 tenían la calificación de VPO. Más igualadas están las cuentas cuando se trata de elegir entre nuevas y usadas: ganan las de primera ocupación, pero por un leve margen (768 frente a 645). En cuanto a las fincas rústicas, un total de 354 fueron transmitidas en junio, de las que 150 lo hicieron por compraventa. Y lo mismo ocurrió con 231 solares, según los registros del INE.
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