La Gerencia retira los materiales de obra de la acera y deja un hueco para sacar la grúa una vez desmontada
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Vecinos de la calle Jerónimo Bobadilla en mayo de 2011 ante las obras inconclusas de una promoción de 39 viviendas de lujo. Arciniega
ALFONSO VÁZQUEZ Los vecinos de la calle Jerónimo Bobadilla, junto a la gasolinera Alaska, ya pueden pasear por las aceras, después de tres años con material de obra cortando el paso de ambos lados, a causa de las obras inconclusas de dos bloques de viviendas, en los números 6 y 8 (la promoción más grande, de 39 viviendas de l
ujo) y el número 11 (la más pequeña, de cuatro plantas).
La Gerencia de Urbanismo puso fin a tres años de molestias e inseguridad tapiando hace unos días la primera planta del bloque más grande y retirando de la acera una montaña de ladrillos y materiales de obra. Del tapiado del bloque más pequeño ya se encargó meses antes la Policía Local, con la colaboración de los vecinos.
La presencia de los bloques inconclusos, pero con muchos elementos terminados, había convertido la promoción más grande en refugio de indigentes, mientras que la más pequeña, casi lista, era un constante ir y venir de personas desvalijando el interior, lo que había creado una gran alarma entre los vecinos. De hecho, la vivienda de un matrimonio estaba pegada a este bloque en obras, y la pareja temía que los ladrones pudieran acceder a su casa por la terraza.
Precisamente, al comienzo del verano falleció un mendigo al caer borracho por el hueco del ascensor del bloque más grande. Los bomberos acudieron a rescatarlo pero falleció en el hospital.
La gestión de Urbanismo ha despejado las aceras y tapiado el bloque más grande, salvo un hueco, «que no lo han cerrado porque están esperando a quitar las vallas para desmontar la grúa que estaba dentro», explicaba el pasado viernes una vecina, que mostró su alivio por esta solución. La misma vecina indicó que las aceras han recuperado su buen aspecto después de que técnicos municipales las limpiaran con cubas.
La primera noticia sobre los problemas de esta calle se publicó en la antigua sección Línea Directa de La Opinión el 30 de mayo de 2011. En enero de este mismo año, el concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, anunció que la Gerencia de Urbanismo se encargaría de retirar los materiales de obra de forma subsidiaria.
Un mes más tarde fue el concejal de Seguridad, Julio Andrade, quien confirmó que había aumentado la vigilancia en la calle, hasta el punto de que la Policía Local había identificado a varias personas en el momento en que estaba sacando varios enseres de cocina de una de las promociones.
Por último, a finales de agosto la Gerencia de Urbanismo informó de que estaba tratando de localizar a las dos promotoras de los bloques, aunque en caso de no contactar con ellas actuaría de forma subsidiaria, tapiando el acceso al bloque de viviendas de lujo, como así ha sido.
«Ahora están todos los vecinos muy tranquilos», señaló la misma vecina. Y un detalle no menor: con las lluvias, ya no tendrán que caminar por la calzada, donde se acumulan los charcos. La burbuja inmobiliaria está ya clausurada en este rincón de la Carretera de Cádiz.
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