La Autoridad Portuaria ha encargado al Cedex los informes técnicos para comprobar los niveles de agitación del mar en esta zona
15.12.2012 -
Los barcos ocupan únicamente la mitad de la fachada del muelle 1. Sus propietarios han creado un club y han pedido al Puerto que amplíe el número de atraques. :: SUR
Muchas personas asiduas de las tiendas y bares de Muelle Uno se hacen la pregunta cuando ven a los yates atracados en el cantil del muelle. ¿Por qué no se hace aquí un puerto deportivo? Y es que la zona no puede ofrecer mejores condiciones, a un paso del casco antiguo y junto a un centro comercial y de ocio que se ha convertido ya en un lugar de referencia para la ciudad. La cuestión también se la han planteado los actuales responsables de la Autoridad Portuaria hasta el punto de que ya han dado los primeros pasos para analizar su viabilidad. Y es que, según pudo conocer este periódico, el Puerto ha encargado al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) un estudio sobre los niveles de agitación de la lámina de agua que enmarcan los muelles 1 y 2 para tener claras las condiciones medioambientales de un posible proyecto de puerto deportivo en la zona.
Este estudio permitirá conocer si la agitación media del agua a lo largo del año se encuadra dentro de los parámetros normales para este tipo de instalaciones náuticas. De arrojar un resultado favorable a las pretensiones del Puerto, la intención de sus responsables es sacar a concurso la realización del puerto deportivo para que sea construido y explotado por un privado, tal y como sucede con el proyecto de San Andrés, atrasado en estos momentos por las dificultades financieras de la empresa concesionaria, que ha solicitado una ampliación del plazo para comenzar las obras, valoradas en 24 millones de euros.
En el caso del posible puerto para los muelles 1 y 2, la conocida como dársena Guadiaro, el coste no sería tan elevado, ya que lo que la Autoridad Portuaria baraja es la realización de un pantalán flotante que partiría desde la esquina de los muelles hacia el centro de la lámina de agua, sin invadir el espacio que necesitan para maniobrar los cruceros que hacen uso de la estación marítima ubicada en el Palmeral de las Sorpresas. Al ser un pantalán flotante, anclado al fondo pero no asentado sobre pilotes, los costes se reducen considerablemente. Esto anima a pensar a los responsables del Puerto que el concurso que se convoque para adjudicar el proyecto no quedará desierto. Cabe recordar que al del puerto de San Andrés solo se presentó una única oferta.
También facilita la realización de este equipamiento náutico las obras que realiza actualmente el Puerto para demoler el extremo oriental del antiguo dique de poniente, y la previsión de que la zona de botes del Club Mediterráneo desaparezca para trasladarse a la que se ha previsto adosada al dique de levante. Ambas actuaciones ensancharán la entrada a la dársena de los muelle 1 y 2, lo que facilitará las maniobras de los barcos.
Desde hace siete años, el tramo del muelle 1 comprendido entre la esquina y la mitad del paseo de la Farola, aproximadamente, sirve como punto de atraque para una treintena de yates. El Puerto cobra directamente los alquileres a los propietarios de los barcos y renueva los permisos año a año, si bien puede que esta situación cambie si decide incluir este tramo del muelle dentro de la concesión del puerto deportivo para la dársena Guadiaro.
Club de embarcaciones
Se ha constituido un club que agrupa a los dueños de las embarcaciones con atraque en el muelle 1. Su presidente, Enrique Martín, explicó que han planteado al Puerto la posibilidad de que les ceda el espacio durante varios años para gestionarlo sin ánimo de lucro. «Ahora estamos dejados de la mano de Dios porque no tenemos ni las mínimas condiciones de seguridad. Ya han robado en mi barco dos veces», señaló Martín, quien argumentó que el trazado del muelle 1 está desaprovechado. «Aquí podrían caber hasta 70 atraques y no solo 35 como ahora. Si nos dejaran ocupar hasta la Farola, el proyecto que proponemos sería viable económicamente, sin ánimo de lucro por nuestra parte», aclaró el presidente de este club, que ya se ha reunido con el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, José Sánchez, para detallarle su propuesta. El alquiler de un atraque ronda los cinco mil euros al año.
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