jueves, 9 de mayo de 2013

El jeque mantiene en el aire proyectos en Málaga por más de 450 millones (La Opinión)


La incertidumbre y la parálisis marcan las inversiones de Al-Thani, que en junio cumple tres años desde que llegase a Málaga

09.05.2013 | 05:00
Imagen del proyecto para la ampliación de La Bajadilla.
Imagen del proyecto para la ampliación de La Bajadilla.
Los rumores sobre la venta del club y el freno de la planificación ponen en duda la próxima temporada del equipo - El puerto de La Bajadilla (Marbella) está en el aire, mientras que el Ayuntamiento de Málaga insiste en que La Academia en Arraijanal sigue adelante
La llegada del jeque catarí Abdulá Bin Nasser Al-Thani supuso una revolución en Málaga en junio de 2010. Compró el equipo de fútbol de la ciudad, que pasaba por una situación financiera complicada. Los petrodólares que parecían avalarle se presuponían una fuente inagotable de dinero. Esta sensación se confirmó a los pocos meses, cuando Al-Thani desembarcó en la provincia con un ambicioso proyecto para el Málaga CF, pero sus ambiciones iban más allá del fútbol. Marbella y Málaga capital se convirtieron en los ejes de inversiones millonarias que prometían empleo y movimiento económico en plena crisis. Una mina de oro.

En estos tres años las promesas fueron cada vez menos ambiciosas, trocándose finalmente en incertidumbres. Twitter se ha convertido en la única vía para intuir qué piensa hacer Al-Thani, aunque en la mayoría de las ocasiones sólo muestre sus frustraciones.
Quedan en el aire 450 millones de euros de inversión en tres grandes proyectos. Por un lado está el puerto deportivo de La Bajadilla, que con sus 400 millones de euros de inversión comprometida es la gran joya de los proyectos del jeque y quizá uno de los puntos más espinosos de su gestión.
Además, tiene pendiente la inversión de 49 millones de euros en La Academia del Málaga CF y la planificación del equipo para la próxima temporada, con la incógnita de conocer su participación europea.
La Bajadilla | El 24 de mayo de 2011, la flor y nata de Marbella asistió en el hotel Puente Romano a la presentación del proyecto de ampliación del puerto pesquero de La Bajadilla, de la mano del jeque.
El entonces mano derecha de Al Thani, Abdullah Ghubn, anunció una inversión de 400 millones de euros, de los cuales 84 millones se destinarían al puerto. El proyecto suponía 800 nuevos puntos de amarre, hasta llegar a los 1.221, y cumplir el sueño del Ayuntamiento de Marbella de que puedan atracar cruceros de lujo en la ciudad.
El diseño incluía una zona comercial y de ocio de 45.000 metros cuadrados, un hotel de cinco estrellas y un millar de plazas de parking, que convertirían a La Bajadilla en el Banús del siglo XXI.
El Ayuntamiento de Marbella se asoció con el jeque deslumbrado por el megaproyecto y pergeñó el traslado del contiguo polígono industrial de La Ermita para culminar una transformación que permitiría situar a Marbella en el centro mundial del turismo de lujo.
Todo era perfecto, hasta que el Gobierno central desautorizó el hotel dentro del puerto. Además, las leyes españolas exigen justificar el origen del dinero extranjero que se quiere invertir aquí.
Firmada la concesión de las obras, el jeque ha incumplido «de manera generalizada las condiciones del contrato». No ha presentado el proyecto definitivo, ni ha constituido la sociedad responsable de las obras; no ha abonado el canon, ni las multas por incumplir las prórrogas concedidas.
El viernes, el jeque se despidió de manera virtual, a través de las redes sociales, lo que deja en el aire el futuro de La Bajadilla. El Ayuntamiento intenta que Al Thani recapacite o encontrar nuevos inversores que quieran reflotar el proyecto porque tienen claro que si la Junta termina rescindiendo el contrato, La Bajadilla seguirá igual muchos años y Marbella se quedará estancada en el mapa turístico internacional.
La Academia | Arraijanal fue el terreno en el que se fijó el jeque para poner en marcha un ambicioso proyecto de ciudad deportiva, que incluía el traslado del estado de La Rosaleda a ese entorno, numerosos campos de fútbol para entrenamiento, un centro comercial, parque acuático e instalaciones adicionales. La inversión estimada era de 400 millones de euros. Presentó este proyecto al poco de llegar a Málaga, con la intención de empezar la obra en pocos meses.
La realidad y la tramitación urbanística pusieron este proyecto en una fase de estudio que derivó en una considerable rebaja de sus pretensiones, renunciando al estadio y a otras instalaciones de ocio y comerciales. El proyecto se ha quedado sólo en La Academia del Málaga CF y con una inversión sensiblemente menor, algo menos de 50 millones de euros.
Para acelerar su tramitación, la Gerencia de Urbanismo está elaborando el Plan Parcial de este entorno en colaboración con el equipo de urbanistas del jeque. El objetivo es que el proyecto de ejecución avance a la vez que la ordenación urbanística del suelo, que respeta el espacio protegido por la Junta de Andalucía más cercano al litoral, para hacer allí un parque metropolitano.
El delegado municipal de Urbanismo, Diego Maldonado, destacó que siguen trabajando en el plan parcial con normalidad y que está prácticamente terminado a falta de que se complete un estudio de movilidad. A partir de ese momento, se procederá a la aprobación provisional y definitiva de la ordenación de este terreno y se recibirá el proyecto de ejecución ya ajustado a la planificación urbanística.
«No tenemos noticias de que se vaya a parar nada», aseguró Diego Maldonado, quien afirma que la propiedad ha hecho llegar al Ayuntamiento de Málaga la intención de presentar el proyecto de La Academia este año.
Málaga CF | En cuanto al Málaga CF, la historia no es ya aquella que comenzó con la llegada del jeque Al-Thani el verano de 2010. El conjunto blanquiazul acababa de salvar el cuello de bajar a Segunda con la puntuación más baja de la historia, pero la entidad estaba a punto de dar el salto más grande jamás soñado por su afición. Pocos días después del final de campeonato, los rumores de venta entre Fernando Sanz y un desconocido jeque catarí saltaban a la palestra. Casi dos meses después, el 25 de junio, Al-Thani y su séquito hacían su primera aparición pública para firmar el acuerdo de venta del club por una cifra que rondaría los 36 millones de euros.
El glamour había llegado a Martiricos y su apuesta económica no se hizo esperar. Remodeló La Rosaleda, llenó el parking de lujosos coches y tiró de chequera para comenzar su proyecto. Sin embargo, mal asesorado, fichó al portugués Jesualdo Ferreira al que poco después echaría para traer a Pellegrini. El primer año realizó caros fichajes de jugadores desconocidos en el panorama internacional y todo ello por un montante de 16,2 millones de euros.
Pero la inversión fuerte comenzó en invierno y llegó a su punto final con el fichaje de Santi Cazorla (21,5 millones de euros). Más de 80 millones de euros en fichajes mantenían el proyecto deportivo a un gran nivel, pero la sombra de los impagos comenzaba a ceñirse sobre el club.
Denuncias, atrasos, ventas, despidos... Todo ello no evitó entrar en Champions al club. Pero el verano pasado, su tercer mandato, el reino de ilusiones se desmoronó y salieron a la luz todas las vergüenzas. La que ha sido la etapa más brillante en el plano deportivo ha vivido un caos institucional, ya reconducido por los dirigentes que trabajan en el día a día. Al-Thani dejó de invertir en el Málaga CF hace tiempo después de gastar casi 200 millones de euros. Se sentía engañado y frustrado, aunque no han salido las verdaderas razones por las que le ha dado la espalda a un club y a una afición que tuvo entregada.

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