Verosa se ha encargado de la fase de excavaciones de casi medio millón de metros cúbicos de tierra
La Opinión 30.07.2014 | 05:00
Llega el esperado día. El metro de Málaga abre hoy sus puertas. Está fomentado por el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Andalucía, pero gran parte de la mano de obra ha sido malagueña. Entraron en las obras contratados por la UTE Metro Málaga, con la que en todo momento hubo una buena relación, en la que ambas partes han cumplido con su sus plazos, llegando a existir una estrecha colaboración entre ambas empresas. Es el caso de Verosa, la empresa que se ha encargado de muchas fases de la construcción del suburbano.
Verosa se ha encargado de la fase de excavaciones de casi medio millón de metros cúbicos de tierra, planteamiento y construcción de la estructura, creación de la red de drenaje y reurbanización de las calles afectadas por la contrucción del metro.
La primera obra que acometió Verosa para el metro de Málaga fue el movimiento de tierra de Talleres y Cocheras que se encuentran en Los Asperones. La concesionaria de la contratista principal de las obras, UTE Metro Málaga quedó satisfecha con su trabajo al punto para continuar con la colaboración en una de las fases de la línea 1, que conecta Talleres y Cocheras con la Estación del Perchel y Vialia que pasa por áreas de la ciudad tan importantes como el Hospital Clínico, el campus universitario de Teatinos y la Ciudad de la Justicia.
Una parte de esa línea se introduce en la ciudad en superficie, pero otra sí se desarrolla bajo tierra. Ahí llegó el momento de máxima tensión para la construcción del metro. Las características especiales del suelo de Málaga hacen muy difícil su perforación. Muchos materiales pueblan el subsuelo malagueño, y una gran cantidad de los mismos no permitían la introducción de una tuneladora. Al ser Málaga una ciudad costera, tiene unos interiores inestables. Se hacían necesarias construcciones muy diferentes a las usadas en otras ciudades.
La mente de los ingenieros de Verosa se puso a trabajar para determinar cómo se podría hacer de manera más fácil la extracción de tierra cumpliendo con los plazos establecidos por UTE Metro. La solución no tardó en hallarse: se llegó a la conclusión de modificar una retroexcavadora con la capacidad de llevar la carga a los camiones encargados de evacuarla sin necesidad de girarse, consiguieron hacer el mismo trabajo en la mitad del tiempo proyectado para tal tarea. Gracias a este invento de Verosa, se adelantaron los plazos en la construcción de las fases de sus trabajos y se disminuyó en un gran porcentaje el riesgo para el trabajador y para el urbanismo malagueño.
Fruto de esta solvencia y saber hacer de Verosa continuó en la fase de construir la red de drenaje, que recoge el agua que le llega a las pantallas construidas para tal efecto en las dos líneas que se se inauguran hoy. La creación de la estructura fue también cometido de esta empresa de malagueña, por ejemplo, los muros y las losas del interior del suburbano malagueño.
La imaginación de los ingenieros de Verosa fue puesta en jaque de nuevo con la estructura de las rampas de acceso. Finalmente se optó por la construcción de una máquina especial con un brazo modificado extensible que permitía trabajar a una profundidad cercana a los 14 metros.
Para llegar a la construcción final del suburbano malagueño, los ingenieros responsables de las obras se encontraron con una gran cantidad de problemas. Cada pocos metros se encontraban con una material distinto en las entrañas de la ciudad. Arcilla, arena de playa o arena fosilizada entre otros materiales fueron los hallados en la construcción del metro de Málaga. Para llevar a cabo los trabajos en la arena fosilizada fueron necesarias labores casi manuales en los que se usaron martillos neumáticos. Pero el principal problema les llegó al entrar en 2010 en la calle Unión, con el hallazgo de restos arqueológicos de la época romana. Estos hechos llevaron a la paralización de las obras mientras los arqueólogos realizaban su trabajo y llevó a la constructora a adelantar en otras fases de trabajo.
Para llegar a la construcción final del suburbano malagueño, los ingenieros responsables de las obras se encontraron con una gran cantidad de problemas. Cada pocos metros se encontraban con una material distinto en las entrañas de la ciudad. Arcilla, arena de playa o arena fosilizada entre otros materiales fueron los hallados en la construcción del metro de Málaga. Para llevar a cabo los trabajos en la arena fosilizada fueron necesarias labores casi manuales en los que se usaron martillos neumáticos. Pero el principal problema les llegó al entrar en 2010 en la calle Unión, con el hallazgo de restos arqueológicos de la época romana. Estos hechos llevaron a la paralización de las obras mientras los arqueólogos realizaban su trabajo y llevó a la constructora a adelantar en otras fases de trabajo.
En la actualidad Verosa ya es considerada una empresa especialista en estos tipos de trabajo. Al haber trabajado en varias fases de las dos líneas ya inauguradas esperan poder acometer otros trabajos similares en futuras líneas del metro de Málaga ya que según palabras de los responsables, «ha sido una experiencia increíble haber podido contribuir al avance de nuestra ciudad y, a la vez, trabajas con excelentes personas»
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