jueves, 21 de junio de 2007

La estatua de Salomón Ibn Gabirol y la falta de pedestal (La Opinión)


La reforma de los jardines de Ibn Gabirol trajo una armonía zen a esta zona verde, que antes era el pórtico del `mosquerío´ en que se encontraba la ignorada Judería, el barrio con más moscas por metro cuadrado de Málaga. La llegada del Museo Picasso supuso el derribo de algunas viviendas `seculares´, pero también la dignificación de un jardín bastante olvidado por los malagueños, receptor del humo de los coches de la calle Alcazabilla (felizmente peatonalizada).La reforma puso `al pie de la calle´ a Salomón Ibn o Ben Gabirol. La impactante estatua realizada por el escultor norteamericano Reed Amstrong en 1970 perdió su pedestal y se `fundió´ con el jardín. El problema es que, para algunas asociaciones culturales y vecinales del Centro, el homenajeado pasó de poeta y filósofo de la judería malagueña a ciudadano anónimo. Lo cierto es que ninguna placa informa al paseante de quién es el personaje malagueño de los jardines ni la época en la que vivió (siglo IX). Por eso, varias asociaciones del Centro Histórico han realizado gestiones con Cultura para que esta figura de talla mundial recupere su identidad. Además, la supresión del pedestal lo convierte, para algunos, en un individuo cabizbajo, aquejado de alguna depresión o que ha perdido algo por el suelo. En la actualidad, el filósofo malagueño cuenta con una pequeña `pantalla vegetal´ que lo aísla de los vándalos (siempre y cuando no emulen al caballo de Atila). El pedestal original se encuentra en el almacén municipal del Duende. Se opte o no por recuperar este `alza filósofos´, sí parece claro que Ben Gabirol debería abandonar cuanto antes el anonimato. No se merece una `posteridad´ tan gris, mientras los mil y un cantores de OT se llevan toda la fama.

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