El Ayuntamiento de Málaga rebaja sus pretensiones. Si hasta hace apenas unos meses defendía a capa y espada la construcción de medio millar de viviendas al norte de la ronda este, intervención dibujada en el documento de revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), ahora la Gerencia de Urbanismo se muestra dispuesta a reducir a la mitad, a unas 250 casas, la cifra a ejecutar. Con este paso atrás, el equipo de gobierno del PP trata de solventar el escollo puesto en su camino por la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que tacha de "inviable" esta actuación en su declaración previa de impacto ambiental.
Éste fue uno de los asuntos tratados en la jornada de ayer por los técnicos de la Administración autonómica y de Urbanismo, que se reunieron para acercar posturas en relación al documento de planeamiento de la capital malagueña, al que la Junta ha puesto numerosos reparos. Y entre estas negativas una de las más contundentes es la que se pone al desarrollo residencial por encima de la autovía.
Sobre este punto, según informaron a este periódico fuentes municipales, el equipo de gobierno estaría dispuesto a rebajar a 1,5 viviendas por hectárea la densidad en la zona de los Altos del Limonar, la mitad de lo que ahora se contempla en el Plan. La propuesta incluye unas 300 hectáreas de terreno, la mitad de ellos pintados como sistema general.
No obstante, la variación del Ayuntamiento no garantiza el respaldo por parte de Medio Ambiente. Fuentes de este departamento insisten en subrayar el alto riesgo que supone para la ciudad la ejecución de viviendas en esos terrenos, dada las pronunciadas pendientes en las que se desarrollarían y la confluencia de hasta tres arroyos en ese mismo entorno. Además, se exige al Ayuntamiento que las bolsas de suelo calificadas como Sistema General en el documento pasen a ser catalogadas como suelo no urbanizable, algo a lo que parece acceder el Consistorio.
Pero éste no fue el único asunto debatido en el encuentro de ayer ni el único que, parece, podría hacer variar el dibujo actual del PGOU. Otro de los de mayor calado es el de la construcción de viviendas en las márgenes del río Campanillas, proyecto calificado también como "inviable" por Medio Ambiente. Fuentes cercanas a la reunión comentaron que desde el Ayuntamiento se propone como alternativa una posible reducción del número de casas a ejecutar, así como un alejamiento de las mismas del cauce. Asimismo, fuentes municipales indicaron que se ha llegado al acuerdo de "seguir dándole vueltas al tema". "Se trata de una negociación y hay que llegar a un punto de encuentro".
La negativa de la Junta afecta a uno de los núcleos de mayor desarrollo residencial de la ciudad. En concreto, los sectores sobre los que pesa la sombra de la declaración previa de impacto ambiental son Somera-El Rayo, Campanillas Norte, Colmenarejo Norte, Oeste y Sur, que suman un total de 4.213 casas.
La tercera actuación estrella del diseño urbanístico del equipo de gobierno es Arraijanal. Desde el Ayuntamiento se asume la imposibilidad de desarrollar el proyecto original elaborado por la promotora Vallehermoso para este sector, que incluía un millar de viviendas y una marina deportiva con un millar de atraques. Finalmente, y ante el continuo rechazo por parte de las administraciones autonómica y estatal, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, anunció hace unas semanas su renuncia al puerto deportivo.
Camino semejante es el que parece va a seguir el uso residencial, afectado hasta hace unos años por la huella sonora del aeropuerto. Sin embargo, la variación de la misma hizo que se abriese la puerta a un cambio en el PGOU, dando entrada en esta parcela, de más de 510.000 metros cuadrados, al levantamiento de viviendas. Las fuentes consultadas apuntaron ayer que la posición del Consistorio es la de mantener una parcela para uso hotelero y comercial, eludiendo el levantamiento de pisos.
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