Oña confía en que la Junta de Andalucía no bloquee la tramitación del Plan General como consecuencia de su mayor protagonismo en el PP andaluz «El puerto deportivo debe ser el punto de partida de nuestra economía», resalta
FICHA PERSONAL
Su vida: Nació en Sevilla hace 48 años, aunque lleva la mitad de su vida residiendo en Fuengirola. Está divorciada y tiene dos hijos.
Profesión: Licenciada en Medicina y Cirugía.
Trayectoria política: Alcaldesa de Fuengirola desde 1991. En su quinto mandato gobierna con mayoría absoluta. Además, es portavoz parlamentaria del PP-A y cabeza de lista por Málaga para las autonómicas del 9 de marzo de 2008.
Esperanza Oña se considera una enamorada de la política y de Fuengirola. Por ello compatibiliza su quinto mandato en la Alcaldía, «el puesto más bonito en política», con su cada vez mayor protagonismo en el PP. Presume del progreso de la ciudad de los últimos años, aunque confía en que vaya a más con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana y la ampliación del puerto deportivo, su gran reto. Alcaldesa, portavoz parlamentaria y cabeza de lista del PP por Málaga para las autonómicas.
¿De dónde saca tiempo?
Quitándomelo de otras cosas que la gente hace. Apenas tengo tiempo de ver la tele, ir al cine o de compras, pero aprovechando el día y haciendo lo que a uno le gusta, que en mi caso es la política, se saca tiempo.
Y la familia, ¿cómo lo lleva?
Mis dos hijos están acostumbrados a que esté en política desde pequeños. Además, tengo una relación muy intensa con ellos. Cuando llegué a la Alcaldía eran muy pequeños y no tienen otro recuerdo. Para ellos, lo raro es tener una madre que no se dedique a la política.
Tras 16 años, ¿hay desgaste?
Eso habría que preguntárselo a la gente. A mí no me desgasta; a medida que vas alcanzando metas te vas poniendo otras mayores.
La aprobación provisional del PGOU ha supuesto un paso adelante para Fuengirola.
Efectivamente, pero ahora dependemos del dictamen de la Junta de Andalucía. Confío en que no nos pongan muchas trabas, porque nuestra revisión es muy razonable, viene avalado por el hecho de que Fuengirola, en 16 años, no ha tenido ningún problema urbanístico. Es un indicativo claro de que no pretendemos locuras, sino un crecimiento razonable. Esperemos que la Junta sea comprensiva y no nos boicotee por ser del PP.
Todo el término municipal estará desarrollado urbanísticamente.
Al cien por cien. Fuengirola es un municipio absolutamente consolidado, de los pocos que en cada uno de sus metros cuadrados se sabe lo que se puede hacer. Por ello, hay poco lugar a la especulación, más bien ninguno. No podemos inventar nada, porque todo está milimétricamente planificado.También será de los pocos que no dependan del urbanismo.Tendremos que buscar otras fuentes de ingresos, pero lo que está claro es que aquí no caben los pelotazos urbanísticos . Siempre ha dicho que el futuro de Fuengirola pasa por la ampliación del puerto deportivo.
El puerto tiene que ser el punto de partida de la economía de la ciudad, porque no tenemos sitios para grandes inversiones, ni para parques temáticos ni para ninguna multinacional del ocio porque no hay dónde ubicarla. Nuestra única posibilidad de generar empleo atractivo y focalizar el interés por la ciudad tiene que ser la remodelación del puerto. Pero más lentitud no cabe por parte de la Junta.
Disputas con la Junta
¿Puede perjudicar a Fuengirola su mayor peso en el PP andaluz?
Creo que no, porque si hablamos de boicot, la Junta nos ha boicoteado siempre. Lo que sí ha ocurrido desde que soy portavoz parlamentaria es que Fuengirola ha adquirido una relevancia regional.
¿Esas dificultades se han visto reflejadas a la hora de encontrar suelo para equipamientos en Los Pacos?
Los Pacos tiene una orografía muy accidentada. Para el instituto y el centro de salud hubo acuerdo, pero para el colegio ha tardado más porque traíamos a técnicos de la Junta para que eligiesen cualquier terreno municipal y no encontraban ninguno apropiado. Fuengirola tiene los terrenos que tiene. Una de sus apuestas es mejorar las comunicaciones.Las carreteras de toda la vida ya no son suficientes. La vida de hoy nos demanda mejores vías y más directas, por eso tenemos importantes proyectos que le darán a la ciudad un mayor sentido común a la hora de desplazarnos.
¿Y los aparcamientos?
No creo que falten aparcamientos, porque los públicos siempre están vacíos. Es necesario cambiar la mentalidad. Igual que a nadie le da pereza tomarse dos copas y pagarlas, tampoco nos tendrá que dar pereza pagar por aparcar.
El PGOU prevé 1.500 VPO.
Si la Junta lo acepta, Fuengirola pueda dar un salto importante con esas 1.500 VPO.
¿La limpieza es una obsesión?
Claro. Cuando ya consigues cierta calidad en tu vida te vuelves más exigente. Antes soportábamos papeles por el suelo y ahora nos resulta estridente. Fuengirola presume de ser una de las ciudades más limpias de España, por eso aspiramos a la Escoba de Oro en 2008.
También el medio ambiente.
En esta materia, creo que somos los primeros prácticamente en todo. No sólo por la ordenanza sobre el picudo rojo, sino por las islas ecológicas, el reparto de recicubos, la obligación de instalar sistemas de ahorro en cisternas y de aprovechamiento del agua de lluvia en las nuevas promociones, las placas solares en edificios públicos y privados...
¿Que tal con Mijas?
Geográficamente compartimos muchas cosas, pero tenemos una percepción de las cosas muy diferente. Nosotros hemos querido ser una ciudad más abierta. Tuve muy buena relación con Antonio Maldonado. Con Agustín Moreno prácticamente no hubo relación, y con Antonio Sánchez, aún no ha habido ocasión. Sería muy bueno, porque es absurdo que dos municipios que conviven en los físico no puedan también favorecerse en otras cuestiones.
¿Y con la oposición local?
Francamente, no es muy buena. Creo que por el hecho de estar en la oposición entienden que hay que enfrentarse, y eso está pasado de moda. Se puede hacer una política crítica sin necesidad del enfrentamiento permanente. Pero es algo de la forma de ser de cada uno. Hasta ahora no les ha dado resultado.
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