Presentan un estudio técnico que desvela desperfectos en el forjado que cubre el garaje existente bajo esta zona de ocio
Los vecinos de la plaza de La Libertad, la zona de ocio de San Pedro Alcántara, no se dan por vencidos en su pugna con el Ayuntamiento para que atienda una de sus añejas reivindicaciones: el remozamiento de la estructura de este espacio público, que aglutina en sus alrededores numerosos bloques de viviendas, pubs y restaurantes y bajo cuya superficie hay un aparcamiento, cuyo techo está deteriorado. Para ello, han presentado por registro de entrada un informe técnico que desvela «el mal estado» en que se encuentra el forjado que cubre este garaje, construido a principios de los años 70 bajo los edificios comerciales y las plazas de La Libertad y Vista Alegre, anexa a la primera. En el escrito elaborado por un arquitecto se alude a la degradación del forjado que presenta «múltiples piezas cerámicas rotas» y «numerosas armaduras a la vista, apreciando corrosión en ellas», a lo que añade: «La zona más afectada coincide con la ocupada por la plaza». Los propios afectados aseguran que la estructura comenzó a deteriorarse en la década de los 90 por el uso público de la plaza existente en superficie, al concentrar los fines de semana a cientos de jóvenes.
Reparación
Juan Antonio García, presidente de la Asociación de Vecinos El Cruce, recuerda que a mediados de los 90, el Consistorio -con el GIL entonces en la Alcaldía- cerró la plaza al tránsito peatonal para reforzar parcialmente el forjado dañado e impermeabilizar la zona. No obstante, García asevera que entonces la reparación no se hizo «de forma adecuada», ya que, «la nueva capa asfáltica permaneció todo un fin de semana al descubierto permitiéndose el tránsito de multitud de personas, con el consiguiente peligro de perforación de la misma», indica. El arquitecto constata en su informe que aunque existe un refuerzo en parte del forjado, las vigas metálicas colocadas «no fueron protegidas frente a corrosión ni al fuego», por lo que la estructura está «en situación de deterioro progresivo». A juicio de este experto, la vibración provocada por el uso de la plaza los fines de semana «aumenta la degradación» de la propia estructura. Pero los vecinos de El Cruce no están solos. El Grupo Municipal Socialista de Marbella se ha hecho eco de su petición y ha solicitado al equipo de gobierno municipal que finalice las obras emprendidas por el GIL o que se refuerce de nuevo el forjado que cubre este garaje
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