La caída de la demanda interna y el frenazo de la actividad constructora son los dos principales factores que contribuirán a ralentizar el crecimiento económico en 2008, que el Gobierno acaba de revisar a la baja desde el 3,3 por ciento previsto en octubre al 3,1 por ciento, siete décimas menos que en 2007.En el nuevo ´cuadro macro´ que presentó el viernes el ministro de Economía, Pedro Solbes, llama la atención el descenso del consumo privado, que baja del 3,2 al 2,8 por ciento, y aún más la caída de la inversión en capital fijo, que refleja el parón de la construcción y que pasa de crecer a un ritmo anual del 5,9 por ciento a casi la mitad, el 3,1 por ciento.Para muchos analistas, la previsión de crecimiento económico del Gobierno sigue siendo excesivamente optimista y señalan que no tiene suficientemente en cuenta los efectos que la crisis financiera puede tener para España, que cuenta con el segundo déficit comercial más alto después de Estados Unidos.Así, el BBVA rebaja la previsión del PIB hasta el 2,5 por ciento, mientras que otros pronósticos lo sitúan entre el 2 y el 3 por ciento, caída que se traduciría en una fuerte pérdida de empleo.Por delante de Italia. No obstante, pese al abultado déficit comercial que podría alcanzar los 100.000 millones de euros al cierre del ejercicio, -en torno al 10 por ciento del PIB-, la economía española ha tenido un brillante comportamiento en los últimos meses del año, y el PIB español por habitante ha pasado del décimo al noveno puesto de la eurozona, superando, por vez primera, a Italia.Y continúan los efectos de la crisis financiera que obligó el pasado martes al Banco Central Europeo a acudir en socorro de los mercados financieros con una inyección récord de liquidez por importe de 350.000 millones de euros en una subasta a la que acudieron la casi totalidad de las entidades financieras de la zona euro.No sólo en España se revisan las previsiones a la baja. En Alemania, cuya economía acapara casi el 70 por ciento de la actividad de la eurozona, el Bundesbank ha rebajado su pronóstico de crecimiento para 2008 desde el 2,5 al 1,6 por ciento, mientras que al otro lado del Atlántico el presidente de la Reserva Federal pintaba un sombrío panorama para la economía estadounidense, con estancamiento económico y precios al alza.Con estos referentes, los mercados se han instalado en la desconfianza y a pesar del repunte del viernes, el selectivo Ibex se ha dejado un 1,84 por ciento en el ciclo semanal, con la constructora FCC e Inmobiliaria Colonial a la cabeza de las pérdidas, 8,01 y 7,08 por ciento, respectivamente.Sogecable fue el valor que se anotó las mayores ganancias, un 11,52 por ciento, debido a la opa que presentará Prisa tras incrementar su participación hasta el 50,3 por ciento.Telefónica. Ejercicio de equilibrio de César Alierta en Telefónica que ha dado entrada en el consejo al ex presidente de Endesa Manuel Pizarro y al presidente de Mercasa, Javier de Paz. El presidente de Telefónica también ha puesto en marcha un nuevo organigrama con la incorporación de Julio Linares como consejero delegado, puesto de nueva creación.Y un clásico de estas fechas, la fijación del salario mínimo para el siguiente ejercicio, con la confirmación por parte del Gobierno de que subirá hasta los 600 euros a partir del próximo 1 de enero, tal como prometió el PSOE en su programa electoral.Patronal y sindicatos llegaron por su parte a un compromiso de moderación salarial para 2008, aunque sin renuncia, por parte sindical, a la cláusula de revisión salarial.Después de un largo proceso de negociaciones, Repsol cerró esta semana la venta del 25 por ciento de su filial YPF al magnate argentino Enrique Eskenazi, que ha pagado 1.563 millones de euros por el 14,9 por ciento y se ha comprometido a adquirir otro 10,1 por ciento. A pesar de la operación, Repsol cerró una mala semana bursátil en la que perdió un 5% de su valor.
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