lunes, 7 de enero de 2008

Denuncia a la Junta por ocupar su plaza de aparcamiento para la obra de los nuevos juzgados. Marbella (SUR)

Una vecina de Marbella ha denunciado los daños y desperfectos que ha producido en su garaje, situado en la residencia Arcos San Enrique, en la calle Dohas, las obras que ultimaban la puesta en marcha del nuevo juzgado de violencia de género. Ha interpuesto en concreto tres denuncias ante el juzgado de guardia y la Policía Local por daños en su coche, por apropiación indebida del techo de su garaje y una tercera en la que solicitó la paralización de las obras «por no tener la licencia aprobada», aunque sí solicitada, en concreto el pasado 3 de noviembre, según pudo conocer este periódico. Los hechos se remontan al 28 de diciembre, cuando la denunciante, Raquel Coca, se dirigía a introducir el coche en el recinto. Eran las 11.00 horas. La vecina comprobaba que en el techo había un agujero y ordenó a los trabajadores, según la denuncia, que lo cerraran. «Me aseguraron que lo harían», se lamenta. Regresó a las tres horas y se percató de que «todo seguía igual, el agujero sin tapar».
«Recién pintado»
Con todo, la denunciante estacionó el coche dentro del garaje e informó a los trabajadores que volvería a recogerlo a las 16.00 horas, cosa que hizo. «Cuando llegué por la tarde observé que el coche, recién pintado, estaba lleno de cartones y dañado por los trabajos», recuerda con amargura. Según la denuncia, un tubo salía ahora del agujero, lo que también denuncia. «Nadie tiene derecho a invadir la propiedad de nadie y este gente lo ha hecho en mi caso», declara indignada. Asegura que no tenían licencia de obras y ahora pide que desaparezca el tubo, que es visible, y cierren el agujero. Desde la Delegación de Justicia de la Junta de Andalucía confirmaron a este periódico que conocen el caso y acertaron a subrayar que el tubo en cuestión es de desagüe. «Son obras del propio juzgado, sin más», determinaron las fuentes consultadas, que reconocieron que la licencia de obras estaba en trámites, pero que la vecina en cuestión «no hizo caso» de una nota de los trabajadores en la que le pedían que no metiera el coche en el garaje hasta después de las 15.00 horas.

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