lunes, 26 de mayo de 2008

La remodelación de la Aduana comenzará tras el verano (La Opinión)

Urbanismo está revisando la documentación con los técnicos del Ministerio de Cultura para conceder la licencia. La obra se adjudicará en pocas semanas
La remodelación del Palacio de la Aduana para su conversión en Museo de Bellas Artes y Arqueológico comenzará poco después del verano, que es el plazo que se ha marcado el Ministerio de Cultura para el inicio de unas obras que tendrán una duración máxima de 36 meses.El Ministerio se encuentra actualmente ultimando el proceso de adjudicación de este proyecto, para el que cuentan con 30 ofertas. La idea es que se pueda firmar el contrato con la empresa elegida para el mes de julio y que las obras se puedan iniciar entre septiembre y octubre.De forma paralela, la Gerencia de Urbanismo ya está trabajando con los técnicos del Ministerio de Cultura para la concesión de la licencia de obra preceptiva. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, subrayó que se ha pedido alguna documentación necesaria para cumplir con los trámites urbanísticos y que existe un buen clima de colaboración.Esta obra tendrá un coste de unos 35,5 millones de euros, a falta de que la oferta elegida para la ejecución de la obra proponga una reducción del presupuesto.Nuevos usos. El proyecto ha sido realizado por los arquitectos madrileños Fernando Pardo y Bernardo García Tapia y el malagueño Ángel Pérez Mora, que contempla la recuperación de la imagen original de este edificio de estilo neoclásico, construido a principios del siglo XIX, pero muy reformado interiormente para adaptarlo a su antiguo uso administrativo.Los 18.000 metros cuadrados se quedarán como espacios libres en su mayor parte, eliminando muchas de las compartimentaciones artificiales realizadas en los últimos años para habilitar despachos y salas de reuniones. La mayor parte de las plantas quedarán como un gran espacio abierto, con la estructura original.Recuperará el tejado a dos aguas, que perdió en un importante incendio en 1922 que obligó a reconstruir las dos últimas plantas. El proyecto que se pondrá en marcha contempla crear una nueva estructura en estas dos últimas plantas para soportar el tejado y ganar más espacio. Éste, sin embargo, no quedaría homogéneo, ya que se plantea ´romper´ el tejado y dejar espacios abiertos para aprovechar las espectaculares vistas desde arriba. Precisamente una parte de esta zona se reservará para un restaurante con vistas al Gibralfaro y la Alcazaba y con una entrada independiente al museo. El tejado no será con tejas árabes, sino con una teja de fundición en forma de planchas planas. Para que adquiera alguna rugosidad se ha planteado que se impriman imágenes de la ciudad. Este nuevo espacio ganado al edificio permitirá ubicar la dirección del museo, el centro de control y un auditorio de 200 plazas.La planta baja mantendrá la entrada por la actual, manteniendo la imagen de las palmeras. Allí se ubicará una cafetería abierta al público con terraza. El patio interior se convertirá en el distribuidor de los acceso al vestíbulo del museo y las tiendas. Exposición. Las plantas primera y segunda quedarán para las exposiciones, con 4.787 metros cuadrados, de los que unos 870 metros se dedicarán a muestras temporales. La idea es reservar la fachada con vistas a la Alcazaba y el Gibralfaro para colocar las piezas del Museo Arqueológico, jugando con el origen de las piezas y las vistas.La tercera planta estará reservada para una biblioteca, un almacén y los talleres para la restauración de las obras.

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