Los cambios amplían las zonas protegidas y buscan que la Junta autorice el proyecto que rechazó el año pasado
El proyecto para construir unas 1.500 viviendas en Alhaurín el Grande cerca de la zona de Barranco Blanco sigue adelante después de que fuera rechazado el año pasado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que lo consideró inviable a efectos ambientales. El concejal de Urbanismo alhaurino, Gregorio Guerra, explicó a este periódico que el plan parcial de ese sector (UR-11) ha sido objeto de una serie de modificaciones con las que se persigue solventar las objeciones que estimó la Junta en su día.Guerra avanzó que fundamentalmente se habían aumentado las zonas de protección sobre todo en el entorno del río Alaminos (catalogado como Lugar de Interés Comunitario) y en una zona rica en peridotitas, un tipo de roca típico de la Serranía de Ronda.«Se ha adaptado el plan parcial a las exigencias de la Junta y se ha vuelto a mandar a Medio Ambiente para que lo apruebe», manifestó el concejal, quien por otro lado agregó que esta actuación urbanística ha sido objeto también de una modificación de elementos que permitirá agrupar más las viviendas, lo que dejará más espacio para zonas verdes y áreas libres. En concreto, gracias a estos cambios se ha conseguido aumentar la superficie de zonas verdes públicas del 10 al 41%, a lo que habrá que sumar otro 13,14% de zonas verdes privadas. El proyecto en cuestión afecta a una superficie de 1,5 millones de metros cuadrados y se prevén en total 1.466 viviendas. Guerra destacó los estándares de calidad de la futura urbanización, de la que aseguró que será «la mejor de toda la provincia de Málaga» y que repercutirá en favor de la riqueza de Alhaurín el Grande.
Críticas ecologistas
Por su parte, colectivos medioambientales como Ecologistas en Acción y Pecta han vuelto a mostrar su rechazo al proyecto, argumentando que destruiría «una zona de alto valor ambiental que ejerce funciones de corredor ecológico para varias especies de animales protegidos».En este sentido, el edil de Urbanismo recordó que el sector UR-11 fue calificado hace ya más de 20 años cuando en el Ayuntamiento gobernaba el PSOE y que impedir a los propietarios construir obligaría al Consistorio a pagar una fuerte indemnización.
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