lunes, 11 de agosto de 2008

Promotores posponen las obras de pisos al no estar seguros de si podrán venderlos (SUR)


Las licencias municipales para viviendas caen a la tercera parte en la capital en el último año. Aumentan las peticiones para dividir en fases la realización de las urbanizaciones

ESTADÍSTICA
Datos sobre las licencias de obra para viviendas facilitados por la Gerencia Municipal de Urbanismo:
Licencias de obra expedidas
Número de viviendas autorizadas en el primer semestre de 2007: 2.389 (227 expedientes).
Número de viviendas autorizadas en el primer semestre de 2008: 800 (138 expedientes).
Evolución: -66,5%.
Licencias de primera ocupación
Número de viviendas con permiso de ocupación en el primer semestre de 2007: 2.306.
Número de viviendas con permiso de ocupación en el primer semestre de 2008: 2.675.
Evolución: +16%.

La situación de desaceleración por la que atraviesa el sector inmobiliario se deja notar cada vez más en las estadísticas relacionadas con la construcción de viviendas y en el día a día de la Gerencia de Urbanismo de la capital, donde se conceden los permisos para las obras. La disminución en la demanda de los pisos y las cada vez mayores dificultades para encontrar financiación en las entidades bancarias han cambiado el modo de actuar de los promotores, que posponen todo lo que pueden el inicio de sus proyectos al no estar seguros de que podrán venderlos.Así lo aseguraron fuentes del departamento de licencias de Urbanismo, que precisaron que ha aumentado el número de empresas inmobiliarias que solicitan una prórroga para el inicio de las obras una vez que éstas ya han obtenido la licencia correspondiente. «Cada vez son más los promotores que nos dicen que van a demorar el inicio de su proyecto, por lo que nos piden una prórroga para evitar que caduque la validez de la licencia», señalaron las fuentes.Según la legislación, Urbanismo sólo puede conceder una prórroga del plazo de ejecución por obra, por lo que procura evitar hacer una resolución expresa, salvo casos puntuales, para facilitar el trabajo al promotor, que ya cuenta con la licencia.Otro efecto de la crisis del mercado inmobiliario se observa en el cumplimiento de las condiciones con las que se otorga un permiso de obras. La mayor parte de los que concede el Ayuntamiento está condicionado a una serie de cuestiones (que abonen un aval o una tasa, que presenten un estudio de seguridad y salud, etc.). Los solicitantes de las licencias tienen un plazo de seis meses para cumplir con todo ellos y obtener así la expedición del permiso, lo que les permite iniciar la obra.
Sin prisas
Según las fuentes, casi ningún promotor apuraba hasta ahora el plazo de los seis meses para cumplir estos condicionantes y los materializaban en pocos días para empezar la construcción cuanto antes. Sin embargo, ahora dejan transcurrir el plazo y no son tan ágiles en el cumplimiento porque no tienen prisas por empezar.Los datos de la concesión de licencias en los últimos meses también reflejan el freno de la actividad promotora en la capital de la provincia. Durante los primeros seis meses de este año, la Gerencia de Urbanismo ha concedido licencias para 800 viviendas frente a las 2.389 que autorizó en el mismo periodo del año pasado, lo que supone un retroceso del 66%, es decir, los proyectos de pisos aprobados han caído a la tercera parte en apenas un año.En cambio, se mantienen e incluso aumentan las licencias para la primera ocupación de los edificios de nueva construcción, ya que se trata de obra iniciadas hace tres o cuatro años que ahora se están terminando.
Mitades
La división en fases de las urbanizaciones es otro de los efectos de la crisis. Habitualmente, los bancos conceden a las promotoras el préstamo para sus obras si tienen vendidas en torno al 30% de las viviendas. Como las ventas han caído y llegar a ese porcentaje resulta cada vez más dificultoso, las empresas piden al Ayuntamiento que les divida la promoción en dos para empezar a construir sólo una mitad y poder obtener la financiación necesaria.Desde Urbanismo señalaron que, si antes daban curso a unas dos peticiones de división en fases al mes, actualmente tramitan ocho o nueve cada treinta días. Y ello no sólo para los proyectos residenciales, también sucede lo mismo con los de tipo comercial o empresarial, cuyos promotores prefieren acometerlos por partes.Todo esto en lo relativo a las licencias de obra mayor que concede el Consistorio, ya que las relativas a las obras menores -reparaciones y reformas en su mayor parte- se han mantenido en el mismo nivel en contra de lo que pudiera pensarse. Así, desde el departamento de licencias de Urbanismo indicaron que se siguen tramitando unos siete mil expedientes de obra menor al año de los que el 60% se realizan por el procedimiento abreviado -mediante el que la licencia puede obtenerse en una semana- y el 40% por el cauce normal, que tarda más tiempo.
Ahorro
«Puede que los que tuvieran algún dinero ahorrado para comprarse una vivienda nueva, a la vista de cómo está el mercado y de que no pueden obtener financiación para el préstamo de la compra, hayan optado por reformar la que tienen, por lo que las peticiones de licencias menores no han disminuido», comentaron desde Urbanismo.Además, añadieron que la puesta en marcha de la Inspección Técnica de Edificios (ITE), cuyo primer plazo finaliza el próximo mes de noviembre, ha animado a muchos particulares y comunidades de propietarios a llevar a cabo reformas y mejoras en las zonas comunes de sus inmuebles para ponerlos a punto antes someterlos a la inspección obligatoria de un arquitecto. Así, en los últimos dos años han aumentado, por ejemplo, las peticiones de permisos para instalar ascensores.

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