domingo, 10 de agosto de 2008

Todas las actuaciones del Plan Málaga están ya en marcha (Málaga Hoy)

Las obras que estaban previstas se encuentran, como mínimo, en fase de licitación · La inversión total es de 1.100 millones de euros · En 2010, el aeródromo malagueño podrá duplicar sus operaciones
El aeropuerto ya no es el mismo. Como dice el máximo responsable de su transformación, el director del Plan Málaga, Ramón de Bustos, "se está construyendo otro nuevo dentro del actual". De hecho, un paseo por el recinto sirve para comprobar cómo se está transformando el aeródromo desde que en 2004 se diese el pistoletazo de salida del Plan Málaga, que prevé una inversión de más de 1.100 millones de euros para conseguir duplicar las operaciones aeroportuarias y mejorar los servicios a los pasajeros. El lavado de cara finalizará en 2010 y ello será posible gracias a que todas las actuaciones ya están iniciadas, muchas incluso acabadas. Con la licitación hace unos días de la estación eléctrica sur por 38 millones, la luz verde estaba ya en los 40 proyectos que transformarán al aeropuerto en uno de los mayores del mundo. Los responsables de AENA que dirigen el Plan Málaga reciben cada tres meses una fotografía desde un satélite que permite comprobar la evolución de las obras. Y los cambios han sido espectaculares. La última de ellas permite conocer ya el estado de todas las nuevas obras que permitirán albergar más de 3.000 plazas más de aparcamiento, o la nueva terminal, que incluye un intercambiador de transportes -donde habrá una estación de autobuses soterrada, otra de Cercanías también bajo suelo y se ha dejado un hueco para el futuro AVE- así como la segunda pista de vuelos o zonas de estacionamiento para aviones. Se espera que se puedan atender hasta 30 millones de personas al año, doblando los 13,6 millones actuales. Una de las cosas que más llama la atención desde la vista cenital es que hay muchas actuaciones finalizadas. En el actual campo de vuelos se han duplicado los apartaderos para los aviones (zona donde esperan su turno para emprender el vuelo) y también hay tres salidas rápidas más (lugar por el que dirigirse hacia la zona de desembarque). Todas han sido realizadas desde la medianoche hasta las seis de la mañana, para evitar incidencias a la circulación aérea. También se ha construido una plataforma de 120.000 metros cuadrados donde estacionar hasta una docena de aviones (cada aparato ocupa un espacio similar a un campo de fútbol), y están listas las zonas de actividades aeronáuticas, la ampliación y modernización de la T1, el centro de seguridad y servicios o la nueva terminal de Aviación General. Aunque para los viajeros lo más importante es la nueva zona de aparcamientos de 70.000 metros cuadrados que ha permitido que haya unas 2.500 de plazas en siete plantas, así como nuevas pasarelas peatonales para el peatón por allí y hasta el tren de Cercanías, aunque allí quedan aún actuaciones. De las obras que están en diferentes grados de ejecución, destaca la segunda pista de vuelos, que debe su ubicación y orientación al Río Guadalhorce y a la imposibilidad de sobrevolar su desembocadura. Con los grandes movimientos de tierra ya realizados, la instalación, valorada en 300 millones de euros, servirá para que cada una de las dos pistas se centre a partir de 2010 sólo en aterrizajes o despegues. Según la dirección del viento, las aeronaves tomarán tierra en una y en otra emprenderán el vuelo, siembre evitando volar por encima del encuentro entre el río y el mar. "Como Málaga es fundamentalmente un lugar de término o inicio de vuelos y no de paso, con las dos pistas aquí tenemos más que suficiente", explica De Bustos. De hecho, el número de operaciones podrá pasar de un máximo de 36 a la hora al doble, 72. La pista irá acompañada de una nueva terminal de 250.000 metros cuadrados cuyo grado de ejecución es "muy alto" y de la que es visible parte de la pérgola de cristal que, con un diseño innovador, permitirá la entrada de luz a la plaza pública sobre el intercambiador de transportes. Apoyado sobre un cable, será una de las mayores pérgolas del mundo y dará un estilo inconfundible al aeropuerto. Se prevé que entre en servicio en 2009 y que por allí puedan pasar unos 9.000 pasajeros a la hora. Además, se construyen los nuevos diques para una docena de aviones que ya está casi listos (y que se pueden ampliar en el futuro). También se ha previsto un hueco para ampliar la terminal "en caso de que sea necesario", afirma de Bustos. Para los usuarios, lo que más llama la atención desde la perspectiva del satélite son los nuevos accesos al aeropuerto. Actualmente, la carretera se ve como una pequeñísima vía que sirve de entrada y salida por el sur a todos los usuarios de las instalaciones aeroportuarias (trabajadores y turistas), pero también a quien utiliza la vía para dar la vuelta en la autovía, los operarios de San Miguel o los que se pierden en busca de Ikea. Sin embargo, los nuevos accesos sur y norte dan la sensación de que los atascos quedarán olvidados en el futuro. Por la zona más cercana a la playa, una glorieta permitirá acceder desde Guadalmar al aeropuerto desde la A-7, en una obra acometida a medias entre el Ministerio de Fomento y AENA. Por el norte, habrá otra entrada directa desde la hiperronda pasando por el vial distribuidor que construye la Junta. La actuación prevé la urbanización y la puesta en marcha de los servicios para las empresas de coches de alquiler concesionarias del aeropuerto que se ubicarán allí. En este área se encuentra ya en servicio también una nueva central eléctrica a 66.000 voltios (la misma cantidad que la que acaba de licitarse) frente a los 22.000 actuales. Y, por último, también le ha tocado a AENA la remodelación de la línea de ferrocarril desde Los Prados hasta el aeropuerto. La construcción de una nueva vía permitirá el desdoblamiento del servicio, como prevé el Ministerio de Fomento hasta Fuengirola, lo que permitirá mayores frecuencias que los 30 minutos actuales. Este ferrocarril se soterrará desde el polígono hasta el aeródromo pasando incluso por debajo del río, para lo que se utilizará una gran tuneladora que fue presentada esta misma semana a la prensa. "Y durante las obras siempre se mantendrá el servicio de Cercanías, lo que complica aún más la obra", añade De Bustos. Durante las obras, en AENA aseguran haber intentado "mimar" al viajero. "La verdad es que estamos muy agradecidos a todos los malagueños, porque están asumiendo muy bien todas las dificultades que crea una remodelación así con sus constantes cambios", concluye de Bustos.

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