lunes, 15 de diciembre de 2008

El barrio tecnológico proyectado en el centro sigue estancado tras tres años (Málaga Hoy)

La Junta, que impulsó la iniciativa, sigue sin aprobar el plan de actuación que se encargó a Salvador Moreno Peralta · La intervención pretendía extender la filosofía del PTA al casco antiguo de la ciudad

La aspiración de Málaga de organizar una exposición internacional dedicada a la tecnología, puesta sobre la mesa por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, en el último Debate sobre el Estado de la Ciudad, nace, de inicio, coja. Aunque la capital saca pecho por el buen rendimiento del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y presume de reunir cada cierto tiempo a los máximos representantes de algunas de las principales multinacionales del sector, en el marco del Club Málaga Valley, sigue sin ser capaz de sacar adelante una de las actuaciones más ilusionantes y prometedoras de los últimos años: el barrio tecnológico en el centro histórico.

La iniciativa forma parte del convenio que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga suscribieron en agosto de 2005, y con el que ambas administraciones pretendían desarrollar un ambicioso plan de regeneración de los arrabales del casco antiguo de Málaga. La envergadura de la iniciativa, encabezada por la Consejería de Obras Públicas, era tal que existía el compromiso de invertir en torno a 100 millones de euros. Pero más de tres años después, la iniciativa sigue estando marcada por la incógnita, puesto que nada se sabe del momento en que se dará inicio a las intervenciones planteadas.

El dinero que anunció la entonces consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, debía servir para hacer realidad el programa de actuación diseñado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, al que se encargó la tarea y en el que se incluía la construcción de unas 300 tecnocasas, viviendas a precio asequible destinadas al alquiler de jóvenes profesionales, que concentrarían en un mismo espacio el lugar de residencia y de trabajo, así como un importante número de equipamientos sociales y culturales que potenciaría el uso público de este espacio geográfico.

Pero de los deseos originales sólo queda silencio. A fecha de hoy, la Administración autonómica sigue sin dar un paso definitivo que haga creíble el comienzo de este proyecto. La situación es tal que, según fuentes cercanas a la operación, la Junta sigue sin aprobar el programa de actuaciones de Moreno Peralta, que le fue presentado a principios de 2006. Un extremo confirmado a este periódico por la propia delegada de Vivienda y Ordenación del Territorio, Josefa López, quien afirmó que el documento elaborado por el urbanista "tiene que ser supervisado por los responsables técnicos de la consejería", cosa que parece aún no ha sucedido. "A partir de ese momento será cuando empecemos a actuar", señaló la delegada.

Preguntada por la demora que acumula esta iniciativa, López admite esta tardanza pero sitúa como una de las justificaciones de la misma la demora que ha tenido el Ayuntamiento de Málaga a la hora de tramitar las expropiaciones de suelos necesarias para llevar a cabo las intervenciones. "Hasta que eso no ha ocurrido no se puede hacer nada", apostilló. Tampoco parece que la urgencia por parte del equipo de gobierno del PP en este asunto sea mucha. En este sentido, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se limitó a asegurar que no sabía "exactamente" cómo estaba la actuación ni su grado de ejecución. Aún así, admitió: "Va lento".

Esta explicación ha servido de excusa a la Junta durante más de un año. Pero la misma ya tiene fecha de caducidad, puesto que la Gerencia de Urbanismo finalizó los trámites para enajenar las fincas a principios del pasado mes de noviembre. En esas fechas, el Consejo de la Gerencia de Urbanismo tramitó las últimas expropiaciones, con ocho unidades de ejecución en las calles Nuño Gómez y Lagunillas, con una superficie total de 2.800 metros cuadrados, a las que se sumaron otras 51 fincas más en otros puntos del centro, como calle Alta, Cobertizo del Conde, Lagunillas, Meléndez Cabello y Ermitaño. El coste total de la adquisición de estos terrenos asciende a unos 13 millones de euros, que corresponde costear al Gobierno regional.

A este respecto, las fuentes consultadas recordaron que uno de los grandes valores de la recuperación de los arrabales del centro era justamente la extensión del Parque Tecnológico de Andalucía al corazón de la ciudad. "El plan encomendaba al PTA la gestión de las denominadas tecnocasas, dando forma de ese modo a una descentralización del parque, con el objetivo de que fuese la propia tecnópolis la que sirviese para recuperar el centro", indicaron las fuentes.

La meta, sin embargo, sigue tan lejos ahora como en agosto de 2005, con el agravante de que algunas de las apuestas más significativas del proyecto, como la instalación en el instituto Gaona de la Facultad de Bellas Artes ha quedado finalmente en agua de borrajas. De hecho, entre las aspiraciones de regeneración de las 40 hectáreas delimitadas entre las calles Ollerías, Madre de Dios y Victoria estaba la creación de equipamientos como la Escuela de Español para Extranjeros, entre otros.

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