domingo, 1 de febrero de 2009

«Confío en mucha gente, pero sólo respondo por mí». Estepona (SUR)


Ocho meses después de su detención asegura que aún desconoce de qué se le acusa. Defiende su gestión y sostiene que los convenios urbanísticos se hicieron con todos los controles
LAS FRASES
La vida de Antonio Barrientos dio un vuelco el 17 de junio del año pasado. La policía irrumpió en su casa esa mañana con una orden de registro. Era el inicio de la 'operación Astapa'. Fue detenido y pasó siete meses en prisión. Desde el 10 de diciembre se encuentra en libertad bajo fianza de 150.000 euros. Está imputado por los presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación y blanqueo de capitales.
¿A qué se debe esta acusación?
No lo sé. Cuando sepamos realmente las concreciones de las acusaciones podré manifestarme al respecto. Al día de hoy no conozco las razones por las que estoy imputado.
También están imputados su madre y su hermano.
Si lo mío me parece terriblemente injusto, lo de mi madre ya es una indecencia. No hay ningún motivo. Los bienes de mi madre son un patrimonio heredado de su familia, no hay trampa posible. Es muy nítido. Lo de mi madre no se sostiene y así se demostrará. Lo mismo con mi hermano.
Usted declaró ante la jueza cuatro días después de su detención.
Fueron diez o quince minutos de declaración en las que contesté a preguntas de la jueza y del fiscal y me enviaron a prisión.
¿Acerca de qué le preguntaron?
Me va a permitir que respete el secreto del sumario y no responda a esa pregunta. Fueron tres o cuatro preguntas, no más.
¿De esas preguntas no deduce de qué lo acusan?
No. Yo lo que deduzco es que confío en mucha gente, pero que cada palo aguante su vela. Yo sólo respondo por mí. Si ha habido algún sinvergüenza, que la policía investigue. Yo respeto la presunción de inocencia de todos los imputados, pero respondo por mí. Por lo que ha aparecido en la prensa, es una historia sin sentido. Con todos mis respetos. Que se me acuse de ser jefe de una trama en la que está por ejemplo el señor Crespo (concejal ex gilista imputado en el caso), contra quien interpuse nueve demandas y quien me puso una querella porque dice que lo llamé ladrón, no se sostiene. Es sólo un ejemplo. Yo no soy policía, ni fiscal, ni juez. Yo era alcalde, y cuando he tenido conocimiento de algún posible hecho irregular lo he puesto en conocimiento de la Fiscalía o del Tribunal de Cuentas. Esa ha sido mi actuación.
¿Cuántas denuncias presentó?
Entre demandas en el Tribunal de Cuentas y en el Juzgado, unas veinte.
¿Esas denuncias son de irregularidades previas a su llegada a la Alcaldía o de situaciones que usted vio durante su gestión?
De situaciones que yo me entero cuando llego. Si yo veo que alguien comete alguna irregularidad, lo destituyo inmediatamente.
¿Qué pasó con esas denuncias?
No he vuelto a tener información.
Desde su salida del Ayuntamiento ha comenzado a tomar estado público, por denuncias del propio alcalde, la gravísima situación económica. Especialmente por el exceso de plantilla.
El tema del personal lo conocía muy bien el actual alcalde, porque él era concejal de esa área y miembro del consejo de administración de las empresas municipales. La situación del Ayuntamiento de Estepona no es peor ni mejor que la de otros muchos ayuntamientos. Nosotros ya habíamos previsto esta situación, porque no se podía ser tan dependiente de los ingresos urbanísticos que en cualquier momento podían caer, como ha sucedido. Esas medidas ya se tomaron en 2007 con una reforma de las ordenanzas fiscales que fue aprobada por todos. Incluidos los que están ahora.
¿El Ayuntamiento se financió con los convenios urbanísticos?
Es que aquí hay una gran confusión. Esto no tiene nada que ver con lo que pasó en Marbella, donde se hicieron casas ilegales en zonas de equipamientos públicos o contraviniendo informes técnicos. Aquí no se ha hecho nada de eso. Aquí no se han recalificado terrenos; es que los ayuntamientos no recalifican terrenos. Los ayuntamientos hacen propuestas y la Junta de Andalucía es la que dictamina. Nosotros siempre hemos respetado sus decisiones. Las propuestas de convenio siempre fueron entregadas en la Consejería de Obras Públicas antes de llevarse a pleno aunque no estábamos obligados a ello. También se han llevado a la comisión de gobierno y eran vistos por el interventor y el secretario antes de ir a los plenos, sin que tampoco estuviéramos obligados. Aquí nunca hemos especulado.
Hay una deuda gigante con la Seguridad Social
La Seguridad Social no se pagaba desde los tiempos de Miguel Castro, en los noventa, y el primer gobierno que empezó a abonar la cuota fue el mío. Que quede claro.
Durante años usted compartió gobierno con ediles del PES, un partido formado por ex concejales gilistas, con los que después tuvo graves diferencias y que también fueron imputados y encarcelados. ¿Se arrepiente de haber gobernado con ellos?
Esa decisión no la tomó Antonio Barrientos, sino el Partido Socialista a nivel provincial y regional. Yo aquí nunca me he movido a nivel personal. En la campaña electoral anuncié que no volvería a gobernar con estos señores, porque estábamos en las antípodas y no me merecían ninguna confianza.
¿Cómo valora la actuación del PSOE tras su detención?
El partido como institución, decepcionante. A mí me han tratado como un apestado. Entiendo que no van a salir a tocarme las palmas, pero tuve el gesto de presentar la dimisión en el mismo juzgado, renunciar a mi acta de concejal y solicitar la baja temporal en el partido hasta que esto se aclarase. Pero tanto se les llena la boca a algunos de hablar del Estado de Derecho y de la presunción de inocencia y en mi caso no se respetó. Los partidos utilizan a la gente como los 'kleenex'. Te usan y después te tiran. Ahora bien, a nivel personal me ha llamado mucha gente, no sólo del mío, sino de otros partidos.
¿Qué opina de los imputados que siguen en sus escaños?
Yo opino de lo que hago yo. De lo que hagan los demás, que opinen ellos y los ciudadanos. He aprendido eso. Y también he visto que algunas personas han tenido en estos meses comportamientos ruines y mezquinos.
¿A quién se refiere?
Hay gente, ya es sabido por todos, que tiene un doble discurso. Que dicen una cosa en privado y otra en público, pero nunca con acusaciones directas sino con insinuaciones y sugerencias sobre la actuación de compañeros. Y después, cuando los tienen delante, les dicen que le parecen los más buenos y los más honrados. Eso me parece despreciable desde el punto de vista personal y político.
¿Lo dice por el actual alcalde, David Valadez?
Ya que insiste, sí. Es una persona que se comporta como si hubiera caído del cielo. Y es que ha sido portavoz del PSOE durante mi mandato municipal. Miembro, junto conmigo, de las comisiones informativas de Urbanismo. Era él quien defendía los convenios en los plenos y en las comisiones informativas. Y nunca dijo nada. En un acto de generosidad --porque la asamblea no lo había votado- lo metí a dedo en la lista. Me pregunto por qué, si éramos tan malos, tan sinvergüenzas y tan chorizos, nos acompañó en la lista. He leído estando en la cárcel que acudió a denunciar a su antecesor. Y él no tiene nada que denunciar, porque mis actuaciones han sido las suyas, porque todo lo que yo he aprobado lo ha votado él.

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