Málaga es la tercera provincia española con una mayor reducción en el número de viviendas libres iniciadas en el último año, en concreto del 55 por ciento, un descenso sólo superado por Tarragona y Barcelona, con un 58,2 por ciento y un 55,4 por ciento respectivamente.
La cifra de este tipo de viviendas iniciadas ha caído en la provincia malagueña desde las 32.749 en 2006 a 14.746 en 2008, según un informe sobre el ajuste de oferta de construcción residencial y su impacto en el mercado de trabajo redactado por Caixa Catalunya.
El número de viviendas libres iniciadas se redujo en el último año en España un 37,8 por ciento, en general, con mayor intensidad en las provincias costeras, y sólo aumentó en Badajoz, Teruel, Vizcaya y Guipúzcoa.
Según este estudio, el cambio de ciclo inmobiliario y el ajuste en la oferta en construcción residencial comenzó 2007, año en el que se modificó por completo el anterior panorama.Al propio reajuste interno, después de años de fuerte expansión, se unió el estallido de la crisis internacional en el verano del pasado año.
De este modo, el encarecimiento del coste de financiación, el deterioro en el mercado laboral y el aumento de la incertidumbre condujeron a una intensa corrección de la demanda de vivienda, sobre todo en el segmento de la segunda residencia, lo que repercutió en un menor ritmo de inicio de construcciones, apunta el informe.
La cifra de este tipo de viviendas iniciadas ha caído en la provincia malagueña desde las 32.749 en 2006 a 14.746 en 2008, según un informe sobre el ajuste de oferta de construcción residencial y su impacto en el mercado de trabajo redactado por Caixa Catalunya.
El número de viviendas libres iniciadas se redujo en el último año en España un 37,8 por ciento, en general, con mayor intensidad en las provincias costeras, y sólo aumentó en Badajoz, Teruel, Vizcaya y Guipúzcoa.
Según este estudio, el cambio de ciclo inmobiliario y el ajuste en la oferta en construcción residencial comenzó 2007, año en el que se modificó por completo el anterior panorama.Al propio reajuste interno, después de años de fuerte expansión, se unió el estallido de la crisis internacional en el verano del pasado año.
De este modo, el encarecimiento del coste de financiación, el deterioro en el mercado laboral y el aumento de la incertidumbre condujeron a una intensa corrección de la demanda de vivienda, sobre todo en el segmento de la segunda residencia, lo que repercutió en un menor ritmo de inicio de construcciones, apunta el informe.
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