Vecinos de la calle Virgen de la Cabeza temen que las obras del suburbano provoquen daños en sus casas
AFECTADOS
Ruido, suciedad y malestar generalizado entre los residentes de la zona. Esta es la crónica del primer día de desvíos de tráfico por las obras de la línea 1 del metro en el tramo de la calle Virgen de la Cabeza en dirección Ortega y Gasset, vía que permanecerá cortada durante mes y medio. «Lo peor de las obras no es que cierren el tráfico, es el miedo que tenemos a que empiece a moverse el suelo y puedan hundirse las aceras», asegura Mari Carmen Pérez, vecina de la barriada. Y es que la desconfianza por la seguridad es la tónica dominante.
Para los vecinos de los bloques colindantes, los atascos no son los protagonistas de sus mayores temores. «Estás casas tienen más de cincuenta años, y nos da miedo que cuando empiecen con los socavones se puedan rajar y pase lo mismo que sucedió en Barcelona o en Sevilla, cuando se hundió un quiosco», cuenta Eduardo del Río. «Los informes sobre el estado de las casas los hicieron hace cuatro años y puede que hayan quedado obsoletos». «Muchos vecinos no estábamos cuando vinieron los encargados del proyecto, por lo que no entraron en todos los pisos, y aunque hemos vuelto a llamar a las oficinas del metro, no han venido y no sabemos si nuestros pisos aguantarán», añade otra afectada.
Este es el temor que más abunda en el vecindario, aunque no el único. «Sufrimos el ruido de las máquinas, el polvo de las obras y el miedo a que con el movimiento de tierra salgan cucarachas y bichos que nos entren en las casas», explica María Cantero. «Al remover la tierra, tenemos que aguantar todos los bichos y la porquería de ahí debajo», relata Nicolás Ruiz. Además, el ruido es otra de las quejas. «Nos va a volver locos, las máquinas se oyen durante el día y la noche», añade Mari Carmen Pérez.
Pocos atascos
A pesar de que el tráfico rodado no sufrió ayer demasiadas complicaciones, los vecinos aseguran que «el día a día se va complicando, y lo peor está todavía por llegar». Para José Sánchez, vecino de la zona, la eliminación de plazas para estacionar, ahora ocupadas por los operarios del metro, es una de las mayores molestias. «Lo peor es que nos han dejado sin aparcamiento y que para entrar en ciertas calles hay que dar más vueltas, porque la entrada por la Virgen de la Cabeza está cortada», explica. «Es normal con obras. Creía que iba a haber más problemas, pero no se han producido muchos atascos ni quejas de los conductores», asegura Mercedes Tirón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario