El Caserón de las Virreinas, un año después de su derribo. Málaga (LAOPINION)

Ayer se cumplió un año desde que la piqueta traidora y el abandono cómplice municipal acabaron con un edificio patrimonio de la ciudad.

MIGUEL FERRARY La memoria es lo único que nos queda del Caserón de las Virreinas. Una excavadora se encargó de derribar el edificio, que era todo un referente para la zona, por su ubicación bien visible y por su antigüedad. Construido a principios del siglo XX con un estilo ecléctico, este inmueble es ya un monumento desaparecido a la ineficacia de un ayuntamiento que llegó a plantear su conservación y darle un uso ciudadano, para luego olvidarlo y derribarlo cuando comprobó que su continua inacción había provocado su completa ruina. Qué ironía.

Hace ya un año que los vecinos se encontraron con un montón de cascotes donde antes había un orgulloso edificio. Ahora hay un proyecto para construir una incubadora de empresas. Parece que es en lo único que se han dado prisa, en construir el nuevo edificio que haga olvidar el desatino con el caserón original.

Las obras, financiadas con fondos de la Junta de Andalucía a través del Plan Proteja, han empezado ya con un presupuesto de 940.344 euros, a cargo de la empresa Imaga Proyecto y Construcciones.

Unos días después de que se derribara este edificio, el Ayuntamiento insistía todavía en el mal estado del edificio, provocado por no hacer nada en años, lo que provocó que sufriera constantes saqueos y un rápido deterioro de su estructura. Pero es que además los argumentos se acompañaban con la propuesta de reconstruir lo que había. Este último argumento era, además, pacato. De todas formas, en unos meses veremos el resultado de estos proyectos.

Lamentablemente, lo único que ahora tenemos seguro es que del Caserón de las Virreinas sólo nos quedan algunos recuerdos que, por supuesto, serán más borrosos con el tiempo y terminaremos enterrando en la memoria. Hasta que eso ocurra, conviene recordar cómo se derribó y por qué. Para que no se repita.