sábado, 29 de agosto de 2009

El puente de la Azucarera sobre el Guadalhorce acumula siete años de retraso. Málaga (SUR)

La Cuenca Mediterránea Andaluza redactó en 2002 un proyecto para sustituir la actual plataforma por una nueva, pero la actuación quedó en suspenso
La obra, valorada en 31 millones de euros, renovará una estructura de los años cincuenta.

Las obras que a finales de los años noventa acometió el Ministerio de Medio Ambiente para mejorar el encauzamiento del curso bajo del río Guadalhorce, con el fin de evitar inundaciones, se encuentran todavía incompletas. Estos trabajos consistieron en la habilitación de un cauce con capacidad para evacuar 4.000 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, quedó pendiente la remodelación del actual puente de la Azucarera por el que discurre el eje de la N-340. Y es que esta plataforma sólo es capaz de desaguar 2.700 metros cúbicos por segundo, casi la mitad de lo que permite acoger la renovada desembocadura del río.
Esta merma en la eficacia de las obras que desarrolló el ministerio se ha puesto de manifiesto cuando las fuertes lluvias han provocado inundaciones en el polígono Guadalhorce. Así sucedió en marzo de 2004, cuando abundantes precipitaciones anegaron la zona de la gasolinera de la Azucarera y las naves industriales cercanas. Numerosos vehículos quedaron atrapados entonces por las aguas como ya sucedió en la tromba del año 1989. Según fuentes consultadas por este periódico, en ese recordado episodio de finales de los ochenta se registró en la zona un caudal de 3.500 metros cúbicos por segundo, casi mil más de lo que hoy es capaz de desaguar el actual puente.
Transferencia
Consciente de este problema, el Gobierno central sacó a concurso en 2002 la redacción de un proyecto para remodelarlo y adaptar su capacidad hidráulica a la del resto del tramo encauzado. Este proyecto formó parte de los asuntos que se transfirieron a la Junta de Andalucía en 2004 con el traspaso de competencias en materia de recursos hidráulicos a la Cuenca Mediterránea Andaluza. De hecho, su anterior presidente llegó a reconocer a este periódico que aún quedaba por realizar una última fase de la actuación en el Guadalhorce y que ésta era la renovación del puente para ajustarlo a las dimensiones del cauce habilitado (ver SUR 1/3/2005).
Sin embargo, desde entonces, poco más se ha vuelto a saber de este proyecto que fue objeto de una moción aprobada por unanimidad por el pleno del Ayuntamiento hace dos años. En ella se instaba a los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente y a la Junta de Andalucía a que se pusieran de acuerdo sobre qué organismo es el que tiene la competencia para llevar a cabo la actuación, ya que discrepaban sobre quién era el responsable para asumirla.
Desde entonces, poco más se ha vuelto a saber de una obra fundamental para evitar las inundaciones en el curso bajo del Guadalhorce. Según las fuentes, el proyecto llegó a redactarse y apostaba por dos intervenciones. Por un lado, el mantenimiento de la pasarela situada más al norte y la ampliación de su capacidad de desagüe inferior con la realización de nuevos pilares en dirección al aeropuerto. Y, por otro lado, la demolición de la calzada situada más al sur -se trata del primitivo puente que se hizo en la zona en los años cincuenta- para sustituirla por un nuevo puente que mantendría el mismo número de carriles que en la actualidad pero tendría más capacidad de desagüe y estaría dotado con dos arcos elevados, similares a los existentes en otros viaductos.
Todos estos trabajos se cuantificaron hace cinco años en 31 millones de euros, una cantidad que hoy podría ser más elevada y que ninguna administración parece dispuesta asumir con el objetivo de reducir el riesgo de inundaciones en la zona industrial del Guadalhorce y el nuevo aeropuerto.


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