El Gobierno andaluz descarta el desarrollo del complejo de 1.466 viviendas por la falta de recursos hídricos en la zona.
El polémico proyecto urbanístico planificado en el paraje de Barranco Blanco, perteneciente al municipio de Alhaurín el Grande, ha vuelto a recibir la negativa de la Junta de Andalucía para su ejecución. En esta ocasión ha sido en el último Consejo del Gobierno andaluz, celebrado ayer, donde se ha acordado confirmar la inviabilidad del proyecto, ratificando la declaración de impacto ambiental en contra al desarrollo de la urbanización que fue emitida en septiembre del año 2008 por la Consejería de Medio Ambiente y que fue recurrida por el Consistorio alhaurino.
Según el Gobierno andaluz, la falta de recursos hídricos en la zona donde se proyecta la construcción de 1.466 viviendas es el principal motivo por el que se descarta el desarrollo del complejo. Y es que en el informe de impacto ambiental se subraya el déficit de 54 hectómetros cúbicos al año que indican para el área afectada por los balances del Plan Hidrológico de la Cuenca Sur. Además, el consumo estimado de esta urbanización a través de la captación de aguas subterráneas, revela un impacto negativo sobre el río Fuengirola, declarado lugar de importancia c omunitaria por su riqueza en flora y fauna, y la transformación del corredor ecológico que conforman las sierras de Mijas, Alpujata, Blanca, Bermeja y Coín. A todo ello se suma que el informe considera una elevada densidad de edificación y el carácter aislado de la urbanización, que supondría también un mayor número de desplazamientos de los residentes.
Por su parte, el alcalde del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, Juan Martín Serón (PP), recordó que el suelo sobre el que se emplaza esta urbanización "fue catalogado como urbano por el equipo de gobierno del Partido Socialista hace unos 25 años" y así queda recogido en los planes de ordenación. "El plan parcial de 1994 aprobado durante el gobierno de un grupo independiente en Alhaurín lo confirmó, nosotros no hemos aprobado ningún plan parcial nuevo", agregó el regidor. También indicó que el proyecto recibió el visto bueno de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta. "Las decisiones de la Junta son contradictorias", comentó Martín Serón.
Sin embargo, el gobierno de Serón realizó una modificación a este plan urbanístico con el objetivo de "agrupar las viviendas para incrementar las zonas verdes", comentó el primer edil. Asimismo, el alcalde indicó en referencia a la falta de recursos hídricos a la que se alega en el informe de impacto ambiental, que los estudios realizados por los técnicos municipales y de la empresa titular de los terrenos exponen lo contrario, así como cuestionó el carácter aislado de la urbanización alegando que existen otras áreas residenciales como La Mota, Alhaurín Golf o Las Delicias, esta última perteneciente al municipio de Coín. "Este complejo formaría parte de una zona residencial turística", afirmó el primer edil.
Finalmente, Martín Serón manifestó que "han tramitado todo lo que era responsabilidad del Ayuntamiento y estamos exentos de responsabilidades ante los propietarios de los terrenos" y que "ahora será la empresa la que tendrá que exigir responsabilidades a la Junta". Esta urbanización suscitó una gran polémica en el municipio, ya que colectivos ecologistas lo catalogaron como una amenaza sobre este espacio natural.
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