martes, 29 de septiembre de 2009

MALAGA. Un modelo de altura a seguir. (MALAGAHOY)

El Consistorio usa la transformación de L'Hospitalet, que permite la ejecución de 17 torres, para defender el modelo en altura por el que aboga en varios puntos de la ciudad.

Construir a lo ancho o a lo alto, ocupar espacio o liberarlo... Es uno de los grandes debates de la arquitectura del pasado siglo que toma fuerza hoy y que, en los últimos años, ha terminado por asentarse de manera definitiva en una ciudad como Málaga capital, donde son varias las intervenciones en altura con las que se quiere transformar su imagen urbanística, caso de las torres en los antiguos suelos de Repsol, La Térmica y Martiricos.

Todo ello fue puesto ayer en el foco de la discusión en una jornada organizada por la Gerencia de Urbanismo y en la que los grandes protagonistas fueron la altura y los beneficios que construir en vertical. Para ilustrar este modelo, el equipo de gobierno del PP ha puesto sus ojos en lo ocurrido en el municipio barcelonés de L'Hospitalet, donde la solución que a mediados de los años 90 se planteó para cerrar una gran cicatriz urbana, en forma de autopista, y para regenerar espacios productivos, ha permitido al municipio disponer de superficies de uso ciudadano, zonas verdes y numerosos hitos arquitectónicos que se han acabado por acoplar en el skyline de Barcelona. Justo lo que se quiere hacer en Málaga. "Se asemeja a lo que queremos hacer aquí", admitió el edil de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado.

"No sé si nuestra experiencia puede servir o no para polemizar sobre los edificios en altura", dijo la alcaldesa de la localidad, Nuria Marín (PSOE), quien se mostró a favor de "un urbanismo que sirva para hacer ciudad". La metamorfosis de L'Hospitalet se asienta sobre el soterramiento del ferrocarril que atraviesa la localidad y la transformación de la autopista de conexión del aeropuerto y Barcelona, que obligó rebajar varios de sus tramos, destinando el terreno en superficie al diseño de la nueva Plaza Europa. Y justo en el entorno de este punto, se levantan desde hace años algunos de los principales iconos de la zona, 17 torres firmadas por urbanistas de la talla de Toyo Ito, Jean Nouvel, Carlos Ferrater, Oriol Bohigas y Rafael Moneo.

Algo similar es lo que pretende impulsar el Ayuntamiento de Málaga aprovechando el soterramiento del AVE y la previsible ejecución de un bulevar en el suelo ganado, infraestructura que se articula como base de las futuras operaciones en la antigua Repsol y los terrenos del polígono San Rafael, actualmente ocupados por naves industriales pero que serán desplazadas.

En ello hizo hincapié el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien subrayó que las propuestas en altura planteadas en varios puntos de la urbe deben permitir a Málaga "consolidarse como gran ciudad". "Son operaciones de gran alcance que son posibles por los edificios en altura", dijo, al tiempo que mostró su confianza en que "avancen con consenso técnico y político", palabras con las que parecía aludir a los escollos con los que en los últimos meses se han topado estas iniciativas, en especial por el informe de Aviación Civil, que obliga a cercenar la dimensión de algunos edificios. Frente a ello, enfatizó la capacidad de "diálogo y acuerdo" que hay en Cataluña cuando está por medio el "bien común" y recordó cómo la regeneración de L'Hospitalet fue fruto del acuerdo entre Ayuntamiento y Generalitat.

La alcaldesa de esta localidad recordó que la intervención supuso una inversión de 282 millones, de los que "ni el Ayuntamiento ni la Generalitat pusieron un duro, puesto que se financió con la plusvalía de los terrenos". A partir ahí, la inversión inducida es ya de unos 4.000 millones. "Este proyecto ha sido un elemento generador de riqueza, de nueva ciudad... La altura no nos molesta y a los ciudadanos tampoco porque va acompañada de espacios de calidad", apostilló.

No hay comentarios:

Publicar un comentario