lunes, 30 de noviembre de 2009

Comerciantes de polígonos piden rebajas fiscales para paliar las pérdidas por las obras (SUR)

Los negocios de las zonas más afectadas por la remodelación de la carretera de la Azucarera solicitan al Consistorio un recorte de impuestos
30.11.2009 -
ALMUDENA NOGUÉS anogues@diariosur.es
MÁLAGA.

Comerciantes de polígonos piden rebajas fiscales para paliar las pérdidas por las obras
Como dice el refrán, los problemas nunca vienen solos. Y si no que se lo pregunten a los comerciantes de los polígonos Santa Cruz, Santa Teresa y Guadalhorce. En el último año, además de la embestida de la crisis económica, estos negocios están teniendo que lidiar con otro enemigo que, como aseguran, también está haciendo estragos en sus cajas registradoras: las obras de la carretera Azucarera-Intelhorce. Los empresarios son conscientes de que las molestias propias de la remodelación del principal eje viario que atraviesa la zona son necesarias para afrontar un futuro más optimista. Sin embargo, reclaman al Ayuntamiento de la capital ayudas fiscales que le ayuden a sortear esta etapa repleta de obstáculos.
La presidenta de Apoma (Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga y Provincia), Ana López, asegura que su organización ya ha trasladado esta inquietud al Consistorio. «Lo que pedimos es que nos echen una mano y nos rebajen impuestos como el de actividad económica (IAE) para que podamos soportar mejor esta mala racha», explicó López a SUR.
Sobre el desarrollo de las obras, la representante de los polígonos confirma que tras las críticas generadas a raíz de la lentitud de los trabajos acometidos por la empresa Teconsa (a la que se le rescindió el contrato cuando sólo llevaba ejecutado el 10% del total), la nueva compañía encargada de su terminación (MLR-Ploder Uicesa) avanza a buen ritmo. «Le han dado un nuevo impulso y confiamos en que para mitad del próximo año tengamos la carretera funcionando. Ahora tenemos que aguantar el tirón y pensar que lo que hoy es un fastidio mañana será un bien para todos», destacó.
Sin embargo, el mensaje de López choca con la desesperación de muchos comerciantes y empleados de estas áreas comerciales, que denuncian que para acceder a sus locales se ven obligados a diario a atravesar un laberinto de calles que, para más inri, despista a los clientes y les está generando graves pérdidas económicas.
Sin acceso directo
«Nos han cerrado la única entrada que teníamos desde la carretera y tenemos que realizar un recorrido abismal para llegar a nuestro centro de trabajo. Además, no hay indicaciones del cambio de dirección, lo que ha hecho que las ventas bajen considerablemente poniendo en peligro nuestros puestos», destaca Rafael Moya, empleado de la zona afectada por las obras.
El concejal de polígonos, Manuel Marmolejo, reconoce al respecto que actualmente los trabajos están siendo «muy complicados», lo que está obligando a realizar «desvíos grandes». «El área más perjudicada es la que va de la rotonda de la antigua Hitemasa al polígono Santa Cruz», subrayó al tiempo que indicó que su departamento está estudiando la petición de rebaja de impuestos planteada por Apoma. «Estamos trabajando en este tema y no descartamos tomar decisiones en las próximas semanas. Cuando hay una obra importante, como ocurrió en Carretera de Cádiz, hay que ayudar a los comercios», dijo.
Marmolejo confía en que la reforma de la carretera Azucarera-Intelhorce -que se ejecuta con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL)- esté lista para junio de 2010. Las obras para finalizar este proyecto han supuesto una inversión de 4,1 millones de euros. Su objetivo no es otro que terminar con una infraestructura precaria que en los últimos años se ha convertido en una de las principales reivindicaciones de los comerciantes de los polígonos, hartos de soportar atascos, baches y socavones.
Pero no es el único quebradero de cabeza de estos empresarios. Otra de sus metas, en la que trabajan desde hace meses, es en desterrar el concepto de polígono asociado a lejanía e industria. Dispuesta a limar esta conexión, la asociación que aglutina a estos negocios ultima una campaña de promoción que se ha fijado el reto de relanzar la imagen de estos espacios para hacerlos atractivos a los malagueños y animar las deterioradas ventas que, como advierten, están poniendo en peligro la supervivencia de muchos de estos establecimientos. La iniciativa recoge diferentes medidas como la edición de revistas periódicas de folletos informativos que sirvan de escaparate para hacer visible la actividad de las miles de tiendas ubicadas en estas áreas.

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