Aboga por terminarla según el proyecto original, con las dos torres, y pide a los malagueños que dejen de llamarla 'manquita' porque sólo está inacabada.
"Un mensaje a los malagueños: a la Catedral dejemos de llamarla manquita". El Obispado incluso renovará su imagen corporativa de internet donde figura el templo inacabado por la Virgen de la Victoria. El obispo, Jesús Catalá, realizó ayer un balance de su primer año al frente de la Diócesis y en el encuentro de más de una hora que mantuvo con periodistas, sorprendió cuando se le preguntó por el primer templo y desveló su deseo de retomar las obras que se abandonaron. Afirmó que trabaja en un plan director y que ha mantenido reuniones con el Cabildo Catedral.
¿Y debe construirse la segunda torre? "La Catedral está inacabada, no es manca. Por ejemplo, le falta la sacristía, que no tiene y está en los proyectos y los cimientos están hechos. Pero le faltan muchas cosas y no voy a entrar en un debate de manquita o no, me parece que está por encima, yo prefiero que antes se acaben otras cosas más necesarias y urgentes. Espero que la Junta de Andalucía no se ponga dura y nos permita iniciar el proyecto que está presente", explicó Catalá. El plan director debe determinar lo que falta del proyecto original y las prioridades de ejecución.
Pero el Obispado no puede mover una sola piedra sin la autorización de la Junta, pues se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC). Pero desde la Iglesia, según Catalá, se están dando los pasos para que las obras de la Catedral se retomen. "¿Por qué no se puede terminar? En la Catedral de Cracovia y de Varsovia, dos templos del siglo XV, han hecho posteriormente una capilla totalmente nueva. Las catedrales son organismos vivos. La de Valencia tiene una puerta románica, una gótica y una barroca, tres puertas cada una de un estilo de un siglo distinto. ¿Qué miedo tienen a dejar que el organismo vivo siga su vida? Dentro de 100 años nos dirán, con perdón por la palabra, qué burro fueron aquellos señores", arguyó.
El obispo criticó la actuación realizada en las cubiertas y dijo que "un tejado a dos aguas hubiese sido mejor, además era el proyecto original pero intereses y criterios no siempre globales, han determinado una restauración u otra".
Sobre el resto de la intervención, realizó una radiografía de la realidad de la Iglesia malagueña y habló sin tabúes de los temas de actualidad por los que fue requerido. Explicó cuales serán sus líneas de actuación y sus "retos". Afirmó que ha sido un año "satisfactorio, positivo y muy gozoso" y que está "disfrutando de ser obispo de Málaga".
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