miércoles, 12 de mayo de 2010

Edificios públicos a cal y canto. Mijas (SUR)

Desde hace cinco años, Mijas tiene tres dependencias municipales reformadas pero cerradas por distintos motivos
12.05.2010 -
MARI CARMEN JAIME
MIJAS.

Los edificios públicos cumplen una función de servicio al ciudadano en las mejores condiciones de eficacia y calidad. Lo complicado de la puesta en marcha de estas dependencias en muchos casos es encontrar una zona donde ubicarla o la lentitud en el procedimiento administrativo previo a una obra pero, en Mijas, ya son tres los edificios que, pese a que los trabajos de construcción o remodelación acabaron hace más de dos años, siguen con las puertas cerradas.
En La Cala de Mijas, la reforma de la tenencia de alcaldía trasladó las oficinas del edificio al albergue municipal de la zona para dar servicio a los vecinos durante el tiempo que durasen las obras. Éstas acabaron a finales de 2007, pero el inmueble está clausurado a cal y canto. Desde el Ayuntamiento, el edil Juan Cruz anunció hace casi un año que el retraso en la apertura se debía a la necesidad de instalar un centro de transformación eléctrica que diese servicio a las renovadas dependencias.
Instalaciones eléctricas
Y es que, el concejal Cruz destacaba entonces que este sistema era necesario debido «al aumento en 111 metros cuadrados de las dependencias, las modificaciones en el salón de actos y la mejora del empuje de luz y las instalaciones eléctricas».
Desde la oposición, el Partido Popular ha criticado en numerosas ocasiones este retraso «que sufren las consecuencias de una mala gestión y que se han quedado sin un espacio de ocio como es el albergue, durante varios años». Similares opiniones arrojan sobre la gestión del Juzgado de la Paz y del Centro de la Juventud, ambos en Mijas Pueblo. «Sobre estos inmuebles no se sabe nada, pese a que las preguntas acerca de los avances en plenos municipales han sido constantes», resume la edil del PP Lourdes Burgos.
En el caso de estos trabajos, que comenzaron en 2007 con un plazo de ejecución de entre tres y cuatro meses, respectivamente, la situación es similar a la de la tenencia, aunque con una diferencia. «En el pueblo no hay un sólo espacio municipal para el ocio de los más jóvenes», recuerda la edil del PP Antonia Núñez. Además, y aunque la obra civil está finalizada, en el caso del Juzgado y el Centro de Juventud los edificios carecen de los muebles y el material necesario para su apertura al público.
Los vecinos por su parte, están divididos. Hay quienes, como Natalia Burgos, asegura que «como los servicios que se prestarían en los edificios los ofrece el Ayuntamiento tampoco hay mayor problema». Por otro lado, están los que, como Alejandro Fernández, piensan que «si están ahí deberían abrirse cuánto antes, porque la mayor parte de la inversión ya está hecha».
Desde el Ayuntamiento aseguran que se trabaja para resolver las necesidades de los ciudadanos en las mejores condiciones posibles y que los retrasos que se han vivido con estas obras no han supuesto, ni mucho menos, un recorte en la cantidad o la calidad servicio que se ha venido ofreciendo a mijeños y visitantes.

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