Aunque son muchos los que pensaban que hasta pasadas las elecciones municipales de 2011 no iba a desbloquearse la tramitación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, sobre todo a tenor del enfrentamiento que en los últimos años han demostrado el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía sobre el documento, finalmente ha salido adelante dentro del último calendario previsto por el equipo de gobierno municipal. Manuel Díaz, concejal de Urbanismo, ha vivido de cerca las últimas negociaciones con el Gobierno andaluz para alcanzar el consenso sobre el plan y confía en que ese clima de diálogo sirva para llegar a acuerdos para cuestiones que no se han incluido como el crecimiento de Málaga al norte de la ronda oriental.
- Tras cinco años de desencuentros con la Junta sobre la elaboración del PGOU, ¿puede decirse que las aguas están totalmente calmadas y que no volver a removerse?
- El objetivo principal del Ayuntamiento ha sido que el PGOU se aprobara cuanto antes. Una ciudad no puede estar tanto tiempo con un planeamiento en revisión. Nuestro calendario era más corto del que al final se ha producido, pero el año pasado por estas fechas lo rechazó la Junta pese a que podría haberlo aprobado si no en su totalidad, sí en un 90%. Es un paso importante que finalmente hayamos llegado a un consenso entre las dos administraciones. Dentro de lo posible, el plan es el mejor. Hay cuestiones que desde el Ayuntamiento entendemos que se podrían haber recogido, pero no van a ir. La responsabilidad para propiciar la aprobación definitiva está por encima de defender puntualmente algunos aspectos que serían buenos para Málaga y que entran dentro de la competencia municipal. Esos aspectos, como los desarrollos al norte de la Ronda Este, le darían un plus.
- ¿Puede darse por seguro que no habrá nuevos desencuentros?
- Por nuestra parte, sí. No puedo hablar por parte de otras administraciones.
- Usted declaró que si al PGOU se le quitaban elementos como el salto de la Ronda Este o el Arraijanal iba a quedar descafeinado o desvirtuado. Una vez suprimidas cuestiones como éstas para dar cumplimiento a los requerimientos de la Junta, ¿mantiene ese argumento? ¿Está el Ayuntamiento satisfecho con el plan que se aprueba?
- Dentro de lo posible, el plan es el mejor. Cuestiones como los proyectos al norte de la ronda añadirían un plus de sostenibilidad al PGOU. Este asunto lo tenemos recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y lo seguiremos defendiendo con argumentos jurídicos y técnicos de profesionales de reconocido prestigio, que abogan por una reforestación con una ocupación mínima. Respecto a Arraijanal, la propuesta que el Ayuntamiento trazó en su momento también respondía a las pretensiones de la Junta, porque incluía la realización de un parque marítimo junto a la playa y, paralelamente, en la zona más alejada de la orilla, establecer unos desarrollos para la generación de riqueza y empleo. Pero son cosas en las que ya no nos vamos a enrocar.
- ¿Cree que prosperará ese recurso contra el plan metropolitano de la Junta ante el TSJA?
- Son cuestiones a seguir hablando con la Junta. Ya que se ha iniciado un clima de consenso, entendimiento y trabajo en común, éste es uno los aspectos que se pueden tratar y estudiar. Cuando se lleve a cabo la aprobación definitiva del PGOU seguiremos en esa línea.
- ¿En qué medida cree que la Junta podría ser finalmente receptiva a un acuerdo para permitir nuevos crecimientos al norte de la ronda?
- Estoy convencido de que con diálogo y buena voluntad, y siendo equitativos con municipios colindantes, se pueden llegar a situaciones que satisfagan las aspiraciones de ambas administraciones. Tanto Benalmádena como Rincón de la Victoria han desarrollado promociones al norte de la autovía sin tener en cuenta ninguno de los parámetros de sostenibilidad y calidad de vida que nosotros planteamos. No se debe hacer de la autovía una frontera porque es un límite artificial. La tipología del terreno sigue siendo la misma antes y después de la ronda.
- ¿A qué se refiere con que la Junta también puede satisfacer alguna de sus aspiraciones permitiendo el salto de la ronda?
- Por ejemplo, la obligación que tiene la Junta de reforestar todos los suelos colindantes con el parque forestal de Los Montes de Málaga. Es una actuación que se ahorraría con el modelo que nosotros planteamos. Los nuevos desarrollos tendrían que llevar a cabo esa reforestación, lo que aumentaría la preservación de esos espacios naturales.
- El plan prevé suelo para más de 73.618 viviendas de las que 43.090 son de nueva planificación y el resto corresponden a casas sin ejecutar del plan del año 1997, todavía en vigor. En un momento en el que los efectos de la crisis ponen en duda que vuelvan a repetirse los niveles de desarrollo inmobiliario de los últimos años, ¿cree que la capacidad del plan es la adecuada?
- Un plan general debe hacerse con una visión de futuro a corto, medio y largo plazo. El PGOU tiene un horizonte de 15 a 20 años en el que la ciudad se tiene que desarrollar y tiene que seguir evolucionando. Lógicamente, en ese tiempo saldremos de la crisis.
- También coloca a Campanillas como la gran zona de expansión de la ciudad en la próxima década. Además, con los últimos cambios, se triplica el número de viviendas en la vega, que pasan de más de dos mil a casi nueve mil. ¿Qué infraestructuras se prevén para que ello no implique una saturación?
- Hay que destacar por qué ocurre esto. La Junta obliga a unas densidades de viviendas en esta zona por encima de lo que nosotros entendíamos que era lo necesario y equilibrado. Esto se debe a que hay que encajar en el PGOU la obtención de determinados suelos para uso público, como la parcela de Arraijanal, mediante la compensación a sus propietarios con derechos edificatorios en otros puntos de la ciudad. Eso obliga a que las perspectivas de estas zonas, que son periféricas y no de ensanche como Teatinos, varíen y se densifiquen para que haya un número de viviendas por encima del previsto que satisfaga esa compensación.
- ¿Cómo va a ordenarse esa elevada concentración de viviendas en estos espacios de la ciudad?
- Siempre vamos a primar que el mayor número de zonas verdes, por encima de los estándares establecidos, se consigan en estos lugares. Además, para mejorar su comunicación, hay viales que se van a potenciar como el de la Colonia de Santa Inés. Esto va a hacer que se creen itinerarios alternativos a la autovía.
- Otro de los aspectos que más controversia han generado en los últimos años son los proyectos para construir elevadas torres de pisos en suelos como Repsol, La Térmica o Martiricos, que quedan avalados finalmente en el PGOU.
- Yo asocio la edificación en altura a un desarrollo arquitectónico de una ciudad moderna y de vanguardia, ya que permite regenerar espacios y liberar suelos para zonas de esparcimiento y equipamientos. Eso es lo importante. Se utilizan estas actuaciones de manera demagógica. Es fácil el discurso de que no se hagan torres, sino que se hagan parques. Pero hay que recordar que esos suelos son de propiedad privada y que tienen un coste si se quisieran expropiar. Lo que hacemos es conjugar el posible desarrollo de esos suelos por parte de los privados con la cesión gratuita a los ciudadanos de zonas verdes.
- Uno de los elementos novedosos es la previsión de pisos en la parcela del estadio de La Rosaleda para financiar un hipotético traslado del campo a Puerto de la Torre y también en la manzana de la actual estación de autobuses, para ayudar a la construcción de un intercambiador de transportes bajo la explanada de la Estación. Sin embargo, el equipo de gobierno se opone a permitir la construcción de viviendas en las actuales parcelas sanitarias, como ha propuesto la Junta, para la realización del macrohospital. Parece una contradicción.
- Málaga no necesita dos campos de fútbol porque sólo tiene un equipo y tampoco necesita dos estaciones de autobuses, pero Málaga tiene una carencia importantísima en materia sanitaria. Por lo tanto, no se puede permitir el lujo de demoler instalaciones necesarias para la ciudad con el argumento de que va a construir un hospital nuevo. En ese caso, a diferencia del campo de fútbol y de la estación de autobuses, cuanto más tengamos mejor, porque eso redunda en la calidad de la asistencia y en la calidad de vida de los ciudadanos. No son cosas comparables.
- Con la aprobación del PGOU se pondrán en marcha los convenios urbanísticos por los que el Ayuntamiento percibirá unos 176 millones de euros. ¿Cuándo empezará a recibirse ese dinero y cuándo podrá empezarse a gastar?
- El interés por aprobar el PGOU no es el dinero que se vaya a obtener de los convenios. Ahora estamos en un proceso de conversaciones con los promotores, que nos pidieron aplazar los pagos por la crisis, que seguiremos llevando a cabo. Si se llevan a cabo algunos convenios son para invertirlos en la propia ciudad. No hay que demonizarlos.
Manuel Díaz, en su despacho de la Gerencia Municipal de Urbanismo, señala el documento del Plan General de Ordenación Urbana de Málaga. :: ÁLVARO CABRERA
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