lunes, 2 de agosto de 2010

MALAGA. Destrozos de los que nadie quiere hacerse responsable. (SUR)

Destrozos de los que nadie quiere hacerse responsable

LOS PROTAGONISTAS

JOSÉ LUIS SÁNCHEZ:«Callados no nos vamos a quedar hasta que no reparen nuestros desperfectos, y quietos tampoco»
LORETTA LOWENTHAL:«Nuestros peritos nos aconsejaron que no viniéramos bajo ningún concepto, porque se podía derrumbar la casa»
ANDRÉS GÓMEZ: «No reclamamos dinero, sino el arreglo de todos los daños. Es una guerra entre Fomento y Ferrovial, pero nadie se responsabiliza»

Piscinas rajadas, techos de escayola desprendidos, terrazas rotas, grietas de enorme tamaño e incluso los cimientos de las casas partidos. Estos son algunos de los numerosos daños que han ocasionado las voladuras, iniciadas a principios de 2008, para la construcción del túnel de Churriana en la hiperronda, una obra que el Ministerio de Fomento encargó a Ferrovial. Unos destrozos de los que nadie quiere hacerse responsable, según los vecinos de la zona.
«Callados no nos vamos a quedar hasta que no reparen nuestros desperfectos, y quietos tampoco», confiesa José Luis Sánchez, uno de los cuarenta y dos vecinos afectados de la urbanización Viñas de la Sierra, en la barriada malagueña de Churriana. La entrada principal de su casa ha quedado colapsada como consecuencia de las voladuras y no se puede abrir ni cerrar. Entran a su domicilio a través de una puerta automática. «En una primera reunión con el director de Carreteras nos dicen que nos quedemos tranquilos, que las voladuras serán de intensidad inferior a la permitida en las zonas donde hay viviendas, y que no nos preocupemos porque en cualquier caso repararían los daños, pero ninguna de las dos promesas se ha cumplido», aclara este vecino.
Peor suerte han corrido Loretta Lowenthal y Julio Guisado. Fueron de los pocos residentes de la zona que tuvieron que abandonar su casa en febrero de 2009, por un periodo de siete meses, ya que el túnel pasa por debajo de su domicilio. «Cuando ellos creyeron que corríamos peligro por la proximidad de las voladuras, nos tuvieron que desalojar», afirma Loretta indignada. «Teníamos que haber vuelto en septiembre de ese año, que fue cuando se mandaron las cartas a todos los vecinos diciendo que ya podíamos regresar, pero nosotros no recibimos ninguna carta», narra esta residente de Churriana.
Pensando que iban a recibir la notificación, este matrimonio regresó a su casa, donde vivían nueve personas antes del desalojo, y cuando llegaron vieron una casa en ruinas, comenta Julio. «Contratamos a unos peritos, independientes de los contratados por Ferrovial, y nos dijeron que bajo nuestra responsabilidad podíamos hacer lo que quisiéramos, pero ellos nos aconsejaban que no viniéramos bajo ningún concepto, porque se podía derrumbar la casa», apostilla.
En estos momentos, su vivienda está sujeta con puntales para evitar que se derrumbe. Y no sólo eso, el cimiento está partido, hay numerosas grietas y su casa se ha desplazado 50 centímetros hacia la derecha como explican estos vecinos. «Antes de irnos, teníamos una vida normal, una casa sin problemas, sin goteras, sin grietas y sin nada roto», explica Loretta.
Este matrimonio lleva ya 16 meses fuera de su domicilio, sin ninguna solución para el grave problema que están atravesando. Viven en dos caravanas con su hijo de 11 años, con la indemnización que el Ministerio de Fomento les dio para ese periodo de siete meses. «Desde septiembre del año pasado hasta hoy los gastos han corrido de nuestro bolsillo», señala.
Prácticamente debajo de la vivienda de estos vecinos vive Andrés Gómez, otro de los perjudicados que tuvo que abandonar su casa, pero él sí ha podido volver. «Cuando regresé una vez terminado el plazo y vi los desperfectos, se lo comuniqué al Ministerio de Fomento y me contestó diciendo que el responsable de los daños de mi vivienda es Ferrovial», aclara. En su caso, se encontró con el tabique que divide el salón con el dormitorio partido, con grietas en la cubierta y la terraza destrozada, entre otros daños.
Por su parte, los peritos contratados por esta compañía explicaron que los desperfectos de su vivienda, al igual que de las demás no son achacables a las obras de la hiperronda, explica Andrés leyendo una notificación que recibieron los residentes de la zona. Y es que la urbanización de Viñas de Sierra no ha sido la única perjudicada. Albaricocal, también en Churriana, y Sierras Blancas en el término municipal de Alhaurín de la Torre han sufrido graves destrozos por las explosiones ocasionadas por las voladuras. «No reclamamos dinero, sino que nos arreglen todos los daños. Es una guerra entre Fomento y Ferrovial, pero nadie se responsabiliza», sentencia este vecino.
Otras posturas
Fuentes del Ministerio de Fomento declararon a este periódico lo mismo que le dijeron a los vecinos, que Ferrovial es la que se tiene que encargar de los daños ocasionados por las voladuras, ya que es esta empresa la que tiene la asegurada contratada. Por su parte, un portavoz de esta compañía manifestó a SUR que las voladuras fueron realizadas conforme al proyecto de ejecución, a las instrucciones de la Dirección Facultativa, y que se cumplieron todas las especificaciones de seguridad requeridas en este tipo de trabajos. Además, argumentaron que después de la ejecución de las voladuras, ellos recibieron una serie de reclamaciones que fueron analizadas y contrastadas por una empresa externa que realizó el peritaje. Una vez estudiadas estas reclamaciones, fuentes de Ferrovial aclararon que se ha atendido a las que tenían base y se han rechazado aquellas que no tenían relación con las explosiones ocasionadas por las voladuras.
Algunos vecinos, no conformes con la respuesta facilitada por Ferrovial, han optado por la vía jurídica. Sólo el tiempo y la justicia pondrán las cosas en su sitio.

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