RONDA. Rechazo a la autopista del Genal por el riesgo de imitar el modelo de la Costa. (MALAGAHOY)

Expertos critican los efectos "terribles" que la construcción de la nueva conexión viaria acarrearía para los ecosistemas y dudan de la rentabilidad del urbanismo

RAQUEL GARRIDO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 25.11.2010 - 07:14

La idea de la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Málaga de hacer una autopista de peaje que una Ronda con la Costa del Sol occidental se ha topado con el rechazo de expertos que consideran que la ejecución de esta obra supondría exportar a largo plazo el modelo urbanístico "caduco" que se ha mantenido en el litoral al Valle del Genal, donde hay municipios que duplicarían e incluso triplicarían su superficie urbana en caso de que finalmente se construya la nueva conexión viaria.

Así lo opina el economista y ex secretario general de Ordenación del Territorio del Gobierno autonómico, Vicente Granados, que considera que "ya deberíamos haber aprendido lo que ocurre cuando se quiere especular con el suelo y las expectativas que se crean luego no se cumplen".

Después de que la crisis haya dejado en evidencia la fragilidad del modelo urbanístico sin límite que ha primado en prácticamente toda la Costa, advirtió de que "los argumentos tan antiguos ya no valen y hay que planificar este tipo de obras con una nueva mentalidad". Y más, según señaló, cuando se trata de "una zona especialmente sensible" y las modificaciones que se quieran realizar sobre el planeamiento para aumentar la superficie urbana "no es automático y requiere una justificación para adaptarse a la legislación".

Para el profesor de Geografía Humana de la Universidad de Málaga Alfredo Rubio, es "impensable" que proyectos de esta envergadura se pongan sobre la mesa tanto por los "efectos terribles" que la construcción de la nueva autopista tendría para los ecosistemas de la zona como por la repercusión que acarrearía sobre el territorio si los municipios por los que discurre se convierten en ciudades dormitorio.

Eso, en su opinión, supondría "pérdidas irreparables para el Valle del Genal para simplemente que en el mejor de los casos se reduzca la relación distancia-tiempo a la mitad". Al igual que Granados, Rubio coincidió en que "con el conocimiento que tenemos hoy en día sobre la fragilidad de los ecosistemas y de los territorios so se pueden plantear este tipo de obras".

El hecho de que este proyecto se proyecto se plantee nuevamente ahora responde, según aseguró, a la intención de la Administración de "mantener con vida la obra pública", ya que considera que lo más oportuno en este caso sería únicamente acometer una actuación que mejore la calidad del firme y elimine los puntos más peligrosos de la actual carretera que conecta la Serranía de Ronda con la Costa del Sol occidental.

En otras cosas, argumentó el profesor de la UMA, porque el impacto previsto por la futura autopista "probablemente sea mayor del estudiado y porque las medidas paliativas siempre son insuficientes".

Tampoco está de acuerdo en que se siga adelante con este proyecto el profesor de Geografía Física de la Universidad de Málaga, José Damián Ruiz Sinoga, que calificó la autopista de "barbaridad lo enfoquemos desde el punto de vista que lo enfoquemos, puesto que afecta a todos los recursos de que dispone un paraje tan singular".

El experto incluso advirtió que "el extraordinario impacto" que la construcción de esta nueva conexión viaria de casi 33 kilómetros de longitud acarreará sobre el entorno del Valle del Genal podría convertirse en "la actuación más depredadora desde el punto de vista ambiental cometida en la provincia de Málaga dadas las especiales características del ecosistema afectado".

El motivo es, explicó Ruiz Sinoga, que podrían aparecer "riesgos que actualmente no existen, tales como la erosión, la destrucción de los acuíferos y la desestabilización de las laderas".

Este profesor de la UMA también está convencido de que la autopista propuesta se basa en "una estrategia de desarrollo obsoleta" y se preguntó por qué "empeñarnos en desarrollar áreas implementando unas estrategias territoriales que han fracasado ampliamente en la sociedad actual". Como alternativa, y especialmente en áreas de una singularidad ambiental y socioeconómica como ésta, aseguró que la clave del desarrollo reside y debe pasar por la explotación razonable de sus recursos.