lunes, 13 de diciembre de 2010

Grandes constructoras se disputan la ampliación del puerto de Benalmádena (SUR)

l Ayuntamiento no quiere dejar escapar la oportunidad de reactivar un proyecto clave para el desarrollo económico y turístico del municipio


13.12.2010 -
FRANCISCO JIMÉNEZ pjimenez@diariosur.es
BENALMÁDENA.
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Grandes constructoras se disputan la ampliación del puerto de Benalmádena
Recreación del proyecto de ampliación del puerto deportivo de Benalmádena, que contempla 919 nuevos atraques. :: SUR

EN CIFRAS

919 nuevos puntos de atraque contempla el proyecto, que su sumarían a los 1.100 actuales. Se permitirá la llegada de cruceros de hasta 80 metros de eslora. Además, se crearían dos nuevas zonas comerciales con una superficie total de 30.000 metros cuadrados y que se destinarían a locales de náutica y restauración (nada de hoteles y viviendas).

80 millones de euros es la inversión necesaria para ejecutar las obras. No obstante, esta estimación financiera podría elevarse aún más en función de las mejoras en las nuevas instalaciones que las empresas interesadas pudieran incluir en sus ofertas.



La ampliación del puerto deportivo de Benalmádena vuelve a entrar en escena después de permanecer durante los últimos años en el limbo. Y esta vez hay un buen motivo para ello. Las principales constructoras del país, además de varios grupos empresariales extranjeros, se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para comunicarle su intención de hacerse con el timón de una inversión clave para el desarrollo económico, turístico y laboral del municipio. No en vano, su coste se estima por encima de los 80 millones de euros, contemplándose la creación de 919 nuevos puntos de atraque y 30.000 metros cuadrados de zonas comerciales, así como la posibilidad de que puedan llegar cruceros de hasta 80 metros de eslora.

Este notable interés mostrado por grandes compañías no ha hecho más que animar aún más al Ayuntamiento en su apuesta por reactivar la ampliación del recinto náutico, un proyecto que lleva en el dique seco prácticamente desde que en 2005 obtuvo el visto bueno de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA). El alcalde de la localidad, Enrique Moya (PP), no está dispuesto a dejar escapar esta oportunidad, para la que lleva trabajando desde hace más de un año con distintas reuniones con responsables del órgano dependiente de la Junta de Andalucía. «Estamos hablando de un proyecto por el que se han interesado las empresas más fuertes de España y que además de dinamizar la oferta turística de Benalmádena, generaría un millar de empleos directos y otros mil indirectos, por no hablar de los 25 ó 30 millones de euros para las maltrechas arcas municipales», afirma el primer edil, quien se muestra esperanzado en que en los cinco meses que quedan de legislatura el Ayuntamiento pueda disponer al menos de la concesión de la superficie que se le ganará al mar.

Para ello, deberían fructificar los pasos dados por el Consistorio para que el Gobierno autonómico dé validez al estudio de impacto ambiental aprobado por la Consejería de Medio Ambiente en 2002 y que, como ya adelantó este periódico (25/01/2010), está caducado.

«Sería una pena que un proyecto de esta envergadura, que ya está listo y que encima cuenta con el interés de los inversores, no saliera adelante por esta cuestión, ya que las condiciones medioambientales no han cambiado nada en dos años», recalca Moya. Por ello, reclama celeridad a la Junta y que no entren en juego «motivos políticos». «Lo importante es que se haga», subraya.

Equipo de especialistas
Así, el Ayuntamiento cuenta con un equipo de especialistas que está a punto de concluir una memoria en la que se justifica que en este periodo no se han producido variaciones significativas que obliguen a realizar un nuevo estudio de impacto ambiental. El propio Moya ya ha solicitado una reunión con el nuevo director gerente de la APPA, Sergio Moreno, para transmitirle tanto el interés municipal como el de los propios inversores, «que están a la espera de que las obras salgan a concurso».
En cuanto a la fórmula para la ejecución del proyecto, la opción a priori más factible es dejarlo en manos de la iniciativa privada a cambio de un periodo de explotación que rondaría los 35 años, aunque como concesionario del recinto, el Consistorio tampoco descarta completamente una financiación público-privada, que fue la barajada hace unos años en plena bonanza económica y que a día de hoy se antoja más remota. «Ahora no estamos contemplando nada al respecto, nuestra prioridad actual es desbloquear el proyecto», se limita a puntualizar el alcalde.

Con la ampliación, que abarcaría una superficie de 36,5 hectáreas entre zonas de servicio y lámina de agua, el puerto deportivo superaría los dos mil amarres (hoy día tiene 1.100), convirtiéndose en el más grande de Andalucía y uno de los más importantes del Mediterráneo. El proyecto incluye dos nuevas áreas comerciales, una de unos 20.000 metros cuadrados en la prolongación del dique de Levante y otra de unos 10.000 metros cuadrados en el extremo occidental que se extenderá desde la sede de Capitanía. En ambas zonas se proyectan establecimientos ligados al sector náutico y al ocio, descartándose pubs y discotecas, así como hoteles y viviendas.

Lo que no se contempla es la ampliación de los accesos, a pesar de que los actuales (la avenida Alay, la avenida del Mar y la calle Goya) ya están al límite. «Son los aprobados en su día por la Junta, sean buenos o malos. Otra cosa es que se puedan mejorar, pero por ahora son los que hay».

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