domingo, 26 de diciembre de 2010

MÁLAGA La segunda ronda da el primer salto. (SUR)





La mitad de la nueva circunvalación abrirá el próximo día 28 tras catorce años de trámites y obras. Permitirá viajar desde La Virreina hasta la autovía del Guadalhorce en siete minutos y sin pasar por la ronda oeste. Tendrá una capacidad para absorber 12.600 vehículos en hora punta, el doble que la ronda oeste

23.12.10 - 22:46 -


Desde principios de los 90, casi a la vez que se ponían en servicio las rondas de circunvalación de la capital, se plantea que estos ejes –especialmente el del oeste– son a todas luces insuficientes para absorber el volumen de tráfico que baja por Las Pedrizas y quiere acceder hacia los municipios de la Costa del Sol.
Así llega el año 1996, cuando el ministro de Fomento Rafael Arias Salgado plantea la necesidad «urgente» de acometer esta infraestructura. El Ejecutivo popular encarga el estudio informativo en 1998 y aprueba el anteproyecto, en el que se perfilaba una actuación mixta público-privada –término muy de moda en estas fechas– por la cual la concesionaria de la autopista de Las Pedrizas debía acometer la segunda ronda como contraprestación, a cambio de ese contrato.
Llega el año 2004, cambian las tornas en la Moncloa y las obras no han comenzado. El nuevo Gobierno, con Magdalena Álvarez como ministra de Fomento, decide desvincular los proyectos de la autopista y de la hiperronda. El primero se adjudica a Sacyr y el segundo se subdivide en cuatro tramos, cada uno de ellos con una constructora distinta, y lo pagan directamente las arcas del Estado, con un importe conjunto de 339 millones de euros.

Los trabajos arrancan en 2007 y, después de tres años de obras, el próximo 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, se producirá la entrega por parte del Ministerio de Fomento a los ciudadanos de la primera mitad del itinerario (tramos 3 y 4), con un total de 12,4 kilómetros que discurren desde el enlace de La Virreina de la ronda oeste (cerca de Ciudad Jardín) hasta la conexión con la autovía del Guadalhorce (A-357), pasando por Puerto de la Torre.
Alta capacidad
A grandes rasgos, el eje más cercano a la capital comienza en un desvío en sentido norte desde la ronda actual, poco después de la conexión con la autovía de Las Pedrizas (A-45), y tendrá tres carriles por sentido. Desemboca en una gran rotonda en las inmediaciones de la venta San Cayetano, donde se producirá la conexión con la futura autopista de acceso desde el interior (AP-46).
A partir de este punto, la carretera se amplia hasta cuatro carriles, y en pocos minutos desemboca en el amplio nudo de conexión con la autovía del Guadalhorce, a poco más de cuatro kilómetros de distancia del ramal de acceso al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Con estas dimensiones tendrá capacidad para absorber hasta 12.600 vehículos a la hora de punta (el doble que la actual ronda oeste). A una velocidad media de 100 kilómetros por hora el trayecto completo se cubrirá en poco más de siete minutos. De manera que traerá consigo un ahorro de doce minutos en un recorrido similar por los medios actuales y de más de 60 minutos en hora punta.
Vía directa al PTA
Aquí se acaba, de momento, la parte de la hiperronda que se puede utilizar, y que todavía tiene por delante varios meses de obras hasta poder desembocar en Alhaurín de la Torre y Torremolinos. Entonces, ¿cuál es la razón de esta apertura parcial?
Los principales beneficiarios de esta decisión, que el ministro de Fomento, José Blanco, anunció el pasado mes de marzo en un foro organizado por SUR, serán los trabajadores y usuarios de la tecnópolis malagueña, unas 14.000 personas, que suponen un trasiego de 8.000 coches al día, y que solo dispone de un autobús de línea como alternativa al transporte privado, a la espera de la llegada del cercanías o del metro.
Los empleados que procedan de los distritos este, centro y Puerto de la Torre tendrán una vía directa hasta este enclave, sin tener que atravesar la saturada ronda oeste (por tanto, sin disputarse los carriles con los estudiantes de la UMA y los usuarios del hospital Clínico y la Ciudad de la Justicia, entre otros puntos de gran concentración).
La Intensidad Media Diaria (IMD) de la ronda oeste en las inmediaciones del palacio de los deportes Martín Carpena fue el año pasado de 96.730 vehículos/día, según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, aunque es cierto que en 2010 ha ido en descenso. De éstos, una tercera parte (unos 30.000 vehículos) podrán optar por este itinerario.
Los otros grandes beneficiados serán los residentes y trabajadores del entorno de la autovía del Guadalhorce (A-357) y sus áreas de influencia, por donde, según datos de la Consejería de Obras Públicas, circulan unos 40.000 vehículos al día. La hiperronda permitirá aliviar el tránsito de vehículos pesados con origen o destino en el Centro de Transporte de Mercancías (CTM), Mercamálaga y varias áreas industriales.
Eje del Guadalhorce
El área de influencia de la nueva infraestructura alcanzará a las facultades situadas en la ampliación del campus de Teatinos (al norte del actual, junto a la autovía del Guadalhorce). Los dos edificios que ya están ocupados son la Escuela de Ingenierías (Politécnica e Industriales) y el complejo Económico Social, que acoge las facultades de Empresariales y de Estudios Sociales y del Trabajo. En total, más de 5.000 alumnos y docentes.
Por último, los nuevos carriles alcanzarán de forma directa a los 50.000 vecinos del distrito Puerto de la Torre y Teatinos, que accederán por la carretera C-3310, hasta las inmediaciones de la venta San Cayetano. En este eje también se ubicará el acceso a la futura autopista de Las Pedrizas (AP-46), que se encuentra en construcción.
La apertura de los primeros tramos beneficiará a unos 100.000 conductores diarios, según los datos aportados por los diputados socialistas Miguel Ángel Heredia y Daniel Pérez, que coinciden en que supondrá descargar ya un tercio de las actuales rondas. Subrayaron además que el Gobierno socialista aumentó un 50% la capacidad de la hiperronda con respecto al anterior proyecto.
ÚLTIMA PARADA, TORREMOLINOS
La segunda ronda dará la próxima semana un primer paso, pero la verdadera dimensión de esta infraestructura se podrá comprobar a lo largo del próximo año. El objetivo principal de esta carretera, de 21,3 kilómetros desde el enlace de La Virreina hasta el Palacio de Congresos de Torremolinos, es dotar de un acceso directo a la Costa del Sol desde la capital y el interior, sin pasar por la ronda oeste ni por algunos de los principales puntos negros de la red viaria, como es la travesía de Guadalmar.
Cuando esté culminada, el recorrido completo desde La Virreina hasta el entronque de la autopista de la Costa del Sol (AP-7) se producirá en menos de 13 minutos a una velocidad media de 100 km/h.
Para cumplir este cometido será clave el futuro acceso rápido desde el interior de la provincia, la autopista de peaje de Las Pedrizas (AP-46), que tiene su conexión a la altura de la barriada Puerto de la Torre y que entrará en servicio a finales de 2011.
La complejidad de las estructuras que jalonan el recorrido de los tramos 1 y 2 (entre la localidad costasoleña y el CTM, que contará con cuatro carriles por sentido)ha impedido que se pueda poner en servicio completa.
Estructuras complejas
El primer hito es el túnel que atraviesa la sierra de Churriana, con dos tubos independientes de 1,2 km. y cuatro calzadas por cada sentido. Será uno de los más grandes de Andalucía y ya está completamente excavado, aunque aun falta el remate de los interiores y los sistemas de seguridad. En la cara norte se encuentra Alhaurín de la Torre, uno de los municipios que se verá directamente beneficiado cuando se completen los trabajos y se abra al tránsito.
La segunda clave es el sistema de viaductos del Guadalhorce, en especial el doble puente que cruzará el río, de 840 metros y cuatro carriles, que es precisamente la estructura que marcará la puesta en servicio de toda la traza.

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