sábado, 11 de diciembre de 2010

MALAGA. Una amplia red de carriles bici dejaría 25.000 coches en el garaje. (MALAGAHOY)

El Plan de Movilidad Sostenible señala que la ausencia de infraestructura adecuada hace que muchos usuarios potenciales no opten por este medio para desplazarse de forma habitual por la ciudad

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 11.12.2010 - 01:00
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Un ciclista pasa por uno de los carriles reservados construido en la ciudad.

La bicicleta como medio alternativo de desplazamiento por la ciudad. La apuesta que el Plan de Movilidad Sostenible hace por esta máxima es contundente y subraya la necesidad de incrementar el número de viajes que se realizan en la urbe en este modo de transporte, apenas presencial. En cualquier caso, no es extraño que la empresa responsable del documento, Contorno, dé esa trascendencia al vehículo de dos ruedas, puesto que se trata de la misma firma responsable del Plan Director de Bicicletas de la ciudad, incluido como anejo en la revisión del PGOU.

Los técnicos son claros al considerar que la implantación de una red de carriles reservados para ciclistas adecuada y amplia dará resultados a medio y largo plazo, al punto de asegurar que ello supondrá que haya al menos 25.000 vehículos que se queden en el garaje cada día, dado que sus propietarios optarán por las dos ruedas para desplazarse hacia su destino. En este sentido, el informe, que realiza un amplio análisis de las condiciones de la capital de la Costa del Sol para este medio, señala que con la potenciación de la bici será factible disminuir la congestión viaria, puesto que entre un 5% y un 15% de los desplazamientos habituales se realizarían en bici.

Un factor que tiene consecuencias directas y calculadas en el medio ambiente y en el ahorro económico que ello supondría para los usuarios. A este respecto, se apunta que la utilización del vehículo de dos ruedas en detrimento del coche conllevaría un ahorro anual de cinco millones de hectolitros de combustible y de entre 10.000 y 20.000 toneladas anuales de dióxido de carbono y otras partículas nocivas.

Pero, como insisten los redactores, para que ello sea posible el Ayuntamiento tiene que dar un paso decidido y definitivo por crear las infraestructuras necesarias. En esta línea, desde principios de 2010, los responsables del Área de Movilidad vienen trabajando en la ejecución de cuatro itinerarios ciclables con una longitud próxima a los 20 kilómetros. En concreto, los trazados acordados permitirán unir el centro con la Universidad; el entorno de Ciudad Jardín y La Rosaleda; la zona de Ingeniero de la Torre Acosta y Martínez Maldonado, y Plaza de la Merced, Alcazabilla y Callejones del Perchel, entre otros. Todo ello a sumar a los carriles ya existentes pero de los que se destaca su mal estado de conservación.

Algunos de estos itinerarios se encuentran muy avanzados, mientras otros, como el proyectado entre el casco urbano y la zona de Teatinos, se topa con un escollo insalvable: el próximo inicio de la obra del Metro en la Alameda Principal, lo que afecta de lleno al recorrido. Más allá de este perjuicio, los autores del Plan de Movilidad Sostenible consideran necesario impulsar otras actuaciones en el corto plazo (4-6 años), como carriles bici que conecten el centro con la zona este de la ciudad, otro corredor por la Avenida Valle Inclán, en la zona de Churriana, desde San Andrés a Puerto de la Torre y Carretera de Cádiz, entre otros.

Además, el documento global plasma las conclusiones de un estudio realizado por Estudio 7 (Análisis de la Movilidad de la Ciudad de Málaga), entre las que destaca que la bicicleta apenas supone el 0,4% del reparto de la movilidad global de la urbe, con una generación y atracción de viajes de 6.721 viajes al día. Conforme al informe, el principal motivo de estos movimientos es el ocio, con un 54,7%,; seguido del trabajo, con el 27,7; los estudios, con el 15,7%, y las compras, con el 1,9%. No obstante, se apunta que esta proporción ha crecido de forma considerable respecto al estudio de movilidad de 2001, cuando la bici apenas suponía el 0,16%.

Pero qué es lo que motiva que los ciudadanos no opten por este medio. Los redactores del informe señalan tres razones: la seguridad, la ausencia de espacios para guardar las bicicletas propias o de puntos de estacionamiento en la vía pública. El análisis de Estudio 7, además, localiza los puntos que generan más movimientos en bici, situándose en los primeros puestos el litoral oeste y la prolongación de la Alameda, con el 24,7% y el 24,9%, respectivamente. Asimismo, las zonas que presentan mayor atracción son el litoral este, con 21,1%, seguida por la prolongación de la Alameda y Teatinos, con un 15% y un 15,5%, respectivamente.

En cuanto a las demandas potenciales de usuarios de la bicicleta, el Plan de Movilidad cita las estimaciones realizadas en el marco del Plan Director de Bicicleta, que muestra "una homogeneidad de la potencialidad de Málaga entre barrios", aunque apunta a Bailén-Miraflores como el barrio de "mayor potencial", puesto que se estima que de su población total, con unos 63.000 habitantes, un 32,9% son posibles usuarios. En el caso de Málaga capital, la media de usuarios potenciales de bicicleta se estima en un 31,5%, lo que se traduce en unos 176.000 personas.

En cualquier caso, el plan subraya las dificultades de que la bicicleta se convierta en un modo de transporte "habitual" en los desplazamientos de usuarios potenciales dadas las condiciones del espacio por el que han de moverse, que coincide, en muchos casos, con la calzada del tráfico. Al tiempo, se insiste en la ausencia de una oferta adecuada de bicicleta pública.

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