sábado, 4 de diciembre de 2010

Urbanismo con perspectiva de género. (LAOPINION)

Avance. La Escuela de Arquitectura de Málaga introduce este curso por primera vez la perspectiva de género en el urbanismo, un elemento de futuro que busca mejorar sensiblemente el diseño de los espacios. La ciudad cuenta además con un proyecto pionero en la materia, el de
la reurbanización de la Carretera de Cádiz que incluye la perspectiva de género, explican las artífices de estas aportaciones.

Imagen virtual del proyecto de urbanización de Carretera de Cádiz.
Imagen virtual del proyecto de urbanización de Carretera de Cádiz. La Opinión

MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA Urbanismo con perspectiva de género. Para la mayoría de la población puede ser un concepto desconocido, pero existe una amplia teoría al respecto, que no práctica. Sin embargo, pese a los escasos proyectos existentes, la ciudad de Málaga está siendo pionera en esta cuestión y la materia se ha introducido este año en la formación de los alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga.

Teoría y también práctica, porque la ciudad es pionera en su aplicación, ya que el proyecto de reurbanización de la Carretera de Cádiz es una de las primeras obras de España en incorporar perspectiva de género o al menos se trata de la actuación «más importante por tamaño, complejidad urbana y densidad». Las artífices de estas aportaciones al trabajo de Typsa, relatan los pormenores del urbanismo del futuro, que tiene parada en Málaga.

La empresa Attycas Genus, que capitanea Isabel Muñoz Cabrera, y la profesora de la Escuela de Arquitectura Susana García Bujalance son las que han materializado tanto las inclusiones de estas aportaciones al proyecto de Carretera de Cádiz como la introducción de la materia en la escuela, un plus con el que contarán los futuros profesionales malagueños.

El director de la escuela, José Ramón Moreno, explica el concepto. ¿Por qué necesita el urbanismo introducir eso que se ha denominado perspectiva de género?, ¿es una cuestión de sexo? «No se trata de diferenciar hombres de mujeres, sino de que existe un grupo que realiza una función estructural para el grupo social y para la organización de la ciudad. Es la que hace la compra, se ocupa de la atención de los hijos, de los mayores...» y la que mayoritariamente utiliza los espacios públicos, por lo que aporta conocimientos útiles sobre las necesidades reales que deben aplicarse en la confección y diseño de estas zonas.

Se trata de cuestiones tan sencillas como escoger un suelo adecuado que facilite el desplazamiento de un carrito, que permita caminar con tacones, y determina incluso la posición de los bancos de forma que miren –si existen calles secundarias– hacia éstas por seguridad, o a la disposición de árboles y de todos los elementos de un espacio donde también entran los colores y las formas, para que inviten a pasear, a usar ese lugar, a hacerlo propio fomentándolo como punto de encuentro.

La ubicación de las paradas del transporte público cercanos a los puntos más transitados (metro), aumentar la seguridad real y la percibida y favorecer la movilidad peatonal dentro de la zona son otras de las cuestiones. «Existe mucha teoría pero está materializándose ahora. Es una línea de investigación que estamos poniendo en práctica y que afecta a la pavimentación, iluminación, a las paradas del transporte público, al diseño de las aceras, las dimensiones de una zona de paseo», dice Susana García.

Precisamente, en este curso los alumnos de la Escuela de Arquitectura tendrán acceso a estos conocimientos que se están introduciendo en diferentes asignaturas, entre ellas Urbanismo. También Isabel Muñoz Cabrera, de Attycas Genus, que ha llevado a cabo estas aportaciones al proyecto, acude a las clases a ofrecer charlas a estos alumnos.
«La cuestión es incorporar la perspectiva de género a los profesionales. Tiene que ser algo intrínseco, de forma que al final se aplique en los proyectos al igual que ahora se aplica la sostenibilidad o la accesibilidad. Es imposible seguir negando que la ciudad es utilizada en un 75% por personas que se alejan de la funcionalidad atribuida a los hombres», dice la profesora. «La universidad también está siendo bastante pionera en esta aplicación. Se trata de enriquecer los proyectos y mejorarlos», explica Susana García. «La mujer no piensa en ella como mujer, piensa en el grupo, los hijos, el marido, los mayores y ayuda a que ese grupo utilice mejor la ciudad, que se disfrute de ella y que el individuo se identifique», comenta por su parte Isabel.

«La reurbanización de la Carretera de Cádiz tenía un interés específico porque tiene una lectura fundamental, ya que es uno de los ejes principales de la ciudad del distrito más poblado de España y, sin duda uno de los más poblados de Europa», indican. Por eso se trata de que sea un espacio articulador e integrador de la vida social, que sea un elemento de unión de los vecinos que acabe de una vez con esa cicatriz y esa fractura de la ciudad. Todos los elementos deben invitar y favorecer al uso del ese paseo. De herida o fractura pasará a ser un elemento de integración social.

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