MALAGA. Las obras de la última fase de urbanización de García Grana empezarán en mayo. (LAOPINION)

El ámbito de actuación tiene una superficie de 12.900 metros y la inversión supera los 1,3 millones de euros.

LA OPINIÓN El Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) tiene previsto empezar en mayo las obras de la última fase de urbanización de la barriada de García Grana. El Consistorio sacará a licitación pública esta actuación a principios de abril, dando así por finalizada la remodelación del área, prevista en el PERI P-7, que supuso la construcción de 565 viviendas protegidas y la reordenación viaria y ejecución de nuevas infraestructuras en la zona.

El ámbito de urbanización tiene una superficie de 12.948,50 metros cuadrados. En total, la inversión prevista es de 1.341.840 euros. El espacio en el que se actuará es el comprendido entre las parcelas R-3 y R-4, ya ejecutadas, y R-5 y R-6, actualmente en construcción.

La ordenación de la zona propone dos viales de tráfico perpendiculares entre sí, que conectan en dirección norte-sur las calles Virgen de la Fuensanta y Fernández Fermina, y en dirección este-oeste las calles Záncara y Virgen del Pilar. Las calles proyectadas serán de doble sentido, contarán con 123 plazas de aparcamiento en superficie a ambos lados, y a través de ellas discurrirán las nuevas redes de infraestructuras de agua, saneamiento, alumbrado, baja tensión, telecomunicaciones y gas, que darán servicio a los edificios y a la urbanización.

En los espacios comprendidos entre los viales y las parcelas residenciales existen cuatro zonas de dominio público, de las que tres se destinarán a zonas verdes ajardinadas mientras que en la cuarta, destinada a equipamiento, se está construyendo actualmente un mercado municipal que dará servicio a toda la barriada y al entorno de la misma, cuya inversión es de 986.666 euros (IVA incluido).

Estas piezas suponen un aporte especial que abre camino hacia la integración en la ciudad, frente al carácter cerrado de la antigua ordenación, potenciando el esponjamiento de la barriada, creando nuevas perspectivas visuales del entorno, al mismo tiempo que se generan zonas de esparcimiento destinadas a usos recreativos y deportivos que aportan una mayor calidad de vida.