sábado, 23 de julio de 2011

Cien miradas noveles sobre el Guadalmedina (Málaga Hoy)

Estudiantes de escuelas de Arquitectura de Italia, Francia, Egipto, Marruecos y España proponen 10 soluciones para convertir el río en un espacio ciudadano, verde y alternativo

ENCARNA MALDONADO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 23.07.2011 - 01:00
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Recreación de pasarelas que flanquearían el acceso a nuevos espacios y usos creados en el cauce del río. En un lateral, la línea de tranvía.

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Imagen de una plataforma de comunicación ciudadana este-oeste.

Un centenar de estudiantes de 10 escuelas de Arquitectura de Europa, Egipto y Marruecos han estudiado el río Guadalmedina durante cinco días para proponer 10 soluciones diferentes que, no obstante, tienen un denominador común: menos coches, más personas, más verde, más ocio, más sostenibilidad y pocos ladrillos.

Los equipos se han compuesto por alumnos de Roma, Siracusa, París, Rabat, El Cairo, Sevilla, Valencia, Pamplona, Granada y Málaga. La mayoría de los estudiantes, por tanto, se han enfrentado al cauce seco del Guadalmedina con ojos desprovistos de las ataduras del viejo debate local. Y lo que han visto ha sido, en primer lugar, una brecha que separa la ciudad a pesar de sus 19 puentes. Después, una encuesta realizada a diversos puntos del recorrido fluvial les ha demostrado que sólo un 1% de la población local ha bajado alguna vez al cauce.

Algún grupo ha planteado eliminar el paso del agua del cauce, pero la convivencia de nuevos usos con el agua que alivia puntualmente la presa de El Limonero ha sido una de las opciones preferidas. El recurso a pasarelas que inviten a bajar al lecho y plataformas que, más allá de los meros márgenes, comuniquen zonas urbanas del entorno, junto al diseño de actividades en el cauce componen los ingredientes básicos de las oportunidades que ven los futuros arquitectos en el río.

El grupo tres codirigido por los arquitectos Joaquín Ortiz de Villajos y Alberto García, de las escuelas de Sevilla y Málaga y compuesto por seis estudiantes egipcios y cinco españoles figura entre los que optan una fórmula intermedia entre el embovedado o el mero ajardinamiento de áreas del lecho.

Este equipo plantea el recorrido pluvial como un eje lineal verde que contenga espacios para una línea de tranvía, carril para bicicletas y caminos peatonales de fácil acceso al cauce, reservado para uso peatonal, ciclista, deportivo y cultural, pero de tal manera que cada vez que la presa tenga que desaguar, lo que ocurre alguna vez en invierno y ni siquiera todos los años, no se vea dañado ni alterado.

El grupo señala cinco puntos principales de atracción en la desembocadura, el puente de Tetuán, Martiricos, Las Virreinas y El Limonero. Para la primera propone un área de expansión que alcance hasta el futuro auditorio y puerto deportivo.

A medida que se remonta el Guadalmedina, los puentes juegan un papel que va más allá de la mera conexión entre los márgenes, para convertirse, a modo del puente Vecchio de Florencia, en un espacio de colonización ciudadana y urbana. Y a medida que se avanza hacia el norte aparecen en el cauce nuevas actividades como huertos urbanos junto a espacios deportivos en la zona de Las Virreinas, hasta llegar al embalse de El Limonero que el grupo reivindica como un mirador de la ciudad con caminos que conecten con el parque de La Concepción.

El grupo dos, conformado por estudiantes de España, Holanda e Italia, sugiere reconvertir el entorno del CAC en una gran plaza cultural y "de relación" a diferentes cotas y junto a áreas de esparcimiento y deporte plantea una gran actuación en el estadio de La Rosaleda para la que sueñan dejar sólo la fachada colindante al río como testimonio del pasado y reconvertir el césped en un parque verde.

Sin embargo, el grupo cinco lo que propone es mejorar la accesibilidad al estadio desde la otra orilla del río para evitar los tapones actuales y el desvío del cauce porque entiende que mientras el Guadalmedina esté flanqueado por un muro seguirá siendo una brecha sobre la que sólo podrán el pie el 1% de los ciudadanos. De esta forma se ganaría un gran espacio de norte a sur no para los coches, sino de uso ciudadano y transporte alternativo (bicicleta y tranvía) porque el coche quedaría abandonado en un gran aparcamiento en las proximidades de El Limonero.

Las diez propuestas sobre el Guadalmedina se han elaborado en el transcurso del III Taller Internacional de Paisaje que organiza la Cátedra Paisaje y Turismo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga. El director de la Cátedra, el arquitecto José Seguí, resalta la consolidación de este taller, al que acaban de solicitar su inclusión las escuelas de Milán, Venecia y Toulouse, así como la oportunidad que representa para la Málaga que "la universidad participe en los debates de ciudad respaldada por la mirada internacional".

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