Bajo tierra, el cruce de la avenida de Velázquez con la de Molière, uno de los ejes de tráfico más importantes de la zona oeste, depara una sorpresa: la losa intermedia del túnel, que en las estaciones se ha convertido en el vestíbulo y en otros puntos del recorrido se ha quedado valdía, permitirá aquí en un futuro que el Ayuntamiento de la capital soterre la circulación, con lo que se podría liberar en superficie buena parte del tráfico que ahora soporta en sentido norte-sur.
Los técnicos del metro explican que en este punto el nivel intermedio está preparado a nivel estructural para soportar el paso de vehículos, y la obra se podría realizar sin afectar a la circulación del metro.
Arroyo de Las Cañas
Por ese punto discurre ahora el encauzamiento del arroyo de Las Cañas, que evita que este poderoso cauce se desborde e inunde las calles a su paso. Pero incluso este aspecto se ha previsto, al acometer un nuevo encauzamiento que posibilitaría demoler el anterior para permitir un gálibo adecuado en el interior del futuro paso subterráneo.
Si bien en este caso se ha logrado dar un uso a la losa intermedia, a lo largo de los 3,8 kilómetros de la avenida de Velázquez existen estructuras similares que solo tienen uso a la altura de las estaciones, donde se ha aprovechado para instalar el vestíbulo. Hay por tanto miles de metros cuadrados de subterráneos que en un momento dado se plantearon como posibles aparcamientos, aunque la idea se descartó por el alto coste de las inversiones necesarias para acondicionarlos -especialmente las rampas de acceso y salida- en relación con la escasa capacidad y maniobravilidad para los vehículos.
En cualquier caso, el espacio está ahí y es posible que en un futuro aparezcan propuestas novedosas para que pueda ponerse en valor de una u otra forma, para el uso de los vecinos y comerciantes de la Carretera de Cádiz y su entorno.
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