La nueva Sociedad Municipal de Viviendas lleva desde principios de año intentando obtener préstamos para ejecutar 490 pisos
Ya no se trata de la disponibilidad de suelo o de que se demoren los trámites burocráticos. La construcción de viviendas de protección oficial en Málaga, que tiene en el Ayuntamiento a su principal promotora, se ha topado de bruces con la negativa de los bancos a conceder préstamos hipotecarios. De este modo, cual adjudicatarios de un piso en Soliva, los responsables de la nueva Sociedad Municipal de Viviendas llevan desde principios de este año intentando conseguir que las entidades financieras les concedan los créditos suficientes para poder empezar a construir 490 pisos protegidos en la zona que se está urbanizando al oeste del campus de Teatinos. En concreto, la sociedad tenía previsto recabar este año préstamos por valor de 34,4 millones de euros para soportar unos trabajos cuantificados en 39 millones. La diferencia pensaba cubrirla con la venta de viviendas y locales de esa misma promoción.
Según fuentes consultadas, las nueve parcelas que engloban ese medio millar de VPO en régimen de venta ya tienen concedida la licencia de obras y los permisos de la Junta de Andalucía. Solo les falta que la sociedad municipal que las promueve consiga la financiación, algo que todavía no está del todo claro. El equipo de gobierno aprobó a finales del pasado año la creación de esta sociedad para que los préstamos necesarios para acometer los proyectos de VPO no computaran en la deuda global del Ayuntamiento. Sin embargo, el no tener un tope a la hora de pedir estos créditos ha servido de poco hasta el momento, porque la dificultad ahora es otra: que no los conceden.
La Sociedad de Viviendas ha pedido financiación para estos proyectos a varios bancos que, según las fuentes, han llegado a dar su aprobación a los préstamos verbalmente, pero falta una contestación definitiva en forma de documentos de escritura. «Hay algunas entidades financieras que se niegan a dar los créditos porque no se quieren comprometer con la línea de las VPO, sea quien sea el promotor que las ejecute, un ayuntamiento o una empresa privada», comentaron las fuentes. Y es que la actual dinámica del sector financiero ha provocado que decisiones que antes eran tomadas por los directores de las sucursales ahora tengan que pasar por el filtro de las sedes centrales en Madrid o Barcelona.
Al oeste de la Universidad
Con todo, el Ayuntamiento confía en poder reconducir esta situación y que el próximo otoño venga con buenas noticias para el comienzo del futuro barrio de VPO que lleva por nombre 'Universidad'. Albergará un total de 1.494 pisos de los que 1.006 serán promovidos por la Sociedad Municipal de Viviendas. La mitad son los que están a la espera de financiación para que la obra pueda contratarse y, con ello, iniciarse la selección de adjudicatarios de entre los diez mil que se presentaron a una convocatoria en octubre de 2009.
Casi dos años han pasado ya desde entonces, por lo que todo parece indicar que, tras la obtención del dinero para poder hacer los bloques, la siguiente dificultad del Consistorio será la adjudicación de las viviendas. Y es que es más que probable que una gran mayoría de las familias que aspiraban a ellas ya no estén interesadas o, lo que es peor, no puedan hacer frente a las condiciones que les exigirán los bancos para subrogarse a la hipoteca que aún no ha recabado el Ayuntamiento.
Ante esta tesitura, lo que parece cada vez más claro es que le va a resultar muy complicado al equipo de gobierno municipal mantener el mismo ritmo que ha tenido en años anteriores en lo relativo a la promoción de viviendas públicas en la ciudad. Todavía le quedan por adjudicar unas cien de Soliva y ello pese a haber recurrido ya a varias listas de reserva que siempre se agotan porque muy pocas familias son capaces de hacer frente al abono de 20.000 euros de una vez para escriturar el piso, más la subrogación de la hipoteca.
Así, resulta difícil pensar que el mandato que acaba de comenzar suponga una continuidad de la frenética actividad constructora que se vivió hace años para levantar la barriada de Soliva. El Ayuntamiento centrará sus esfuerzos en conseguir hacer lo mismo con las mil VPO que le corresponden en Universidad y en preparar los terrenos para otras setecientas que podrán ejecutarse en zonas como Teatinos y Hacienda Cabello cuando los efectos de la crisis económica no sean tan agudos.
De este modo, las casi cuatro mil casas protegidas que el Consistorio se ha reservado en el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), que entrará en vigor este mes, quedarán aparcadas para dentro de cuatro o cinco años. Se trata, entre otras promociones, de las 1.900 previstas en Lagar de Oliveros, al norte de Soliva, las 963 de El Duende, una vez que se traslade la sede de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), y las 600 previstas en los terrenos de lo que fue la antigua fábrica de Amoniaco.
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