Fue a finales del año 2003 cuando el Ayuntamiento aprobó el plan para transformar una de las zonas más deprimidas del casco antiguo, marcada por la prostitución: la comprendida por las calles Nosquera y Muro de las Catalinas. Ocho años han pasado ya desde que se sentarán las bases de esa actuación, basada fundamentalmente en la construcción de viviendas protegidas y espacios para jóvenes empresarios y artesanos. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando el equipo de gobierno municipal va a dar el paso definitivo para la construcción de las casas. El consejo de la Gerencia Municipal de Urbanismo que se celebra mañana aprobará las bases para sacar a concurso la promoción de las VPO, de tal forma que será una empresa privada la que desarrolle el proyecto en uno de los solares más grandes del Centro Histórico.
La parcela tiene 1.622,50 metros cuadrados de superficie y está situada justamente entre las calles Nosquera y Muro de las Catalinas. La promotora que decida asumir el proyecto tendrá que abonar al Consistorio 1.113.637,60 euros como canon. Entre las obligaciones del adjudicatario está la cesión a la ciudad una zona de uso público que se generará en la manzana y 300 metros cuadrados de locales que se destinarán para la creación de una especie de 'zoco' de artesanos.
En alquiler
Las VPO serán en régimen de alquiler de renta básica. En mayo, el gobierno municipal aprobó que fueran en venta, pero finalmente ha rectificado y ha vuelto al alquiler, como estaba previsto inicialmente.
La idea municipal es que sean jóvenes los que puedan acceder a las casas, junto a las que también se construirá una incubadora de empresas con capacidad para una decena de negocios de emprendedores. De esta forma, el Ayuntamiento persigue que los jóvenes tengan en un mismo lugar casa y trabajo, filosofía que imita a la del proyecto de 'tecnocasas' promovido por la Junta de Andalucía en otros enclaves del centro y que lleva seis años de retraso.
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