Revela que supondría unas pérdidas de 12 millones y que sólo serían utilizados por unos dos mil pasajeros al día
El tramo en superficie del metro que atraviesa el campus está terminado desde hace meses. Carlos Criado
MIGUEL FERRARY El metro de Málaga sufre un nuevo retraso. Los primeros trenes no circularán con pasajeros hasta febrero de 2013, un año y cuatro meses después de la fecha defendida hasta ayer por la Junta de Andalucía para poner en servicio los primeros tramos y que era noviembre de este año.
El viceconsejero de Obras Públicas, José Salgueiro, fue ayer el encargado de anunciar el nuevo calendario, al tiempo en que insistió que no afectará al ritmo de obra en el resto de tramos. «No es momento de pasear hierros», afirmó Salgueiro, quien apuntó que quieren completar la construcción de la Línea 1 y su conexión con la Línea 2 antes de abrir al público el suburbano, ofreciendo así un servicio más coherente a los posibles pasajeros.
El viceconsejero, que anunció este cambio de calendario en la Comisión de Seguimiento del Metro de Málaga con el Ayuntamiento, se agarró a la crisis económica para justificar la necesidad de esperar y no adelantar la puesta en marcha por tramos. Afirmó que abrir en noviembre los dos primeros tramos terminados, y que no están conectados, supondrá un sobrecoste de 12 millones de euros. Salgueiro subrayó que un estudio de viabilidad realizado por la concesionaria, y presentado la semana pasada, adelanta que la demanda prevista apenas rondará los 2.000 pasajeros diarios para los dos primeros tramos. Esto se traduce en poco más de 700.000 viajeros al año, frente a los 12 millones previstos en 2013 con las líneas 1 y 2 conectadas en la estación de Renfe.
El director del proyecto del metro, Enrique Salvo Tierra, apuntó que adelantar la inauguración a los tramos terminados en noviembre elevaría el coste por pasajero a 13 euros, frente a los poco más de 3 euros de la red conectada. Ese sobrecoste, una vez detraído el precio del billete para el público, «tendría que ser asumido por la Junta y el Ayuntamiento».
Rentabilidad social y crisis
El viceconsejero también recurrió a la escasa rentabilidad social que tendría poner en marcha un servicio parcial y sin conectar de metro, pese a que la Consejería de Obras Públicas ha defendido durante dos años esta alternativa.
Para Salgueiro, la falta de demanda y el sobrecoste, en plena crisis económica, justifican el retraso del calendario. Al mismo tiempo, se desligó de actuaciones pasadas: «Tomamos la decisión ahora y en este contexto. Teníamos dos opciones, cerrar los ojos y darnos contra un muro o rectificar, que es lo que hemos hecho». Además, aseguró que la concesionaria también quería retrasar la inauguración parcial del metro «para que no dañara la imagen de calidad del metro» con un servicio incompleto e inconexo.
Nuevo plazos
Respecto al nuevo plazo para las líneas 1 y 2 –que excluyen el tramo común–, el viceconsejero de Obras Públicas insistió en que no caben más retrasos y confirmó que para febrero de 2013 tendrá que generar actividad de negocio «porque empieza la devolución del crédito al Banco Europeo de Inversiones», que aporta el 48% de los 760 millones que costará esta infraestructura.
Para esa fecha se espera disponer del trazado en V, con el vértice bajo la estación de Renfe, donde se unen las dos líneas. Para ello deben terminar los trabajos que se acometen en las calles Cómpeta, Juan XXIII y La Unión.
No obstante, para 2013 todavía quedaría por terminar el tramo común, que dependerá de los restos arqueológicos encontrados en la avenida de Andalucía y del inicio de las obras en el trazado bajo la Alameda y el Parque.
El viceconsejero de Obras Públicas, José Salgueiro, fue ayer el encargado de anunciar el nuevo calendario, al tiempo en que insistió que no afectará al ritmo de obra en el resto de tramos. «No es momento de pasear hierros», afirmó Salgueiro, quien apuntó que quieren completar la construcción de la Línea 1 y su conexión con la Línea 2 antes de abrir al público el suburbano, ofreciendo así un servicio más coherente a los posibles pasajeros.
El viceconsejero, que anunció este cambio de calendario en la Comisión de Seguimiento del Metro de Málaga con el Ayuntamiento, se agarró a la crisis económica para justificar la necesidad de esperar y no adelantar la puesta en marcha por tramos. Afirmó que abrir en noviembre los dos primeros tramos terminados, y que no están conectados, supondrá un sobrecoste de 12 millones de euros. Salgueiro subrayó que un estudio de viabilidad realizado por la concesionaria, y presentado la semana pasada, adelanta que la demanda prevista apenas rondará los 2.000 pasajeros diarios para los dos primeros tramos. Esto se traduce en poco más de 700.000 viajeros al año, frente a los 12 millones previstos en 2013 con las líneas 1 y 2 conectadas en la estación de Renfe.
El director del proyecto del metro, Enrique Salvo Tierra, apuntó que adelantar la inauguración a los tramos terminados en noviembre elevaría el coste por pasajero a 13 euros, frente a los poco más de 3 euros de la red conectada. Ese sobrecoste, una vez detraído el precio del billete para el público, «tendría que ser asumido por la Junta y el Ayuntamiento».
Rentabilidad social y crisis
El viceconsejero también recurrió a la escasa rentabilidad social que tendría poner en marcha un servicio parcial y sin conectar de metro, pese a que la Consejería de Obras Públicas ha defendido durante dos años esta alternativa.
Para Salgueiro, la falta de demanda y el sobrecoste, en plena crisis económica, justifican el retraso del calendario. Al mismo tiempo, se desligó de actuaciones pasadas: «Tomamos la decisión ahora y en este contexto. Teníamos dos opciones, cerrar los ojos y darnos contra un muro o rectificar, que es lo que hemos hecho». Además, aseguró que la concesionaria también quería retrasar la inauguración parcial del metro «para que no dañara la imagen de calidad del metro» con un servicio incompleto e inconexo.
Nuevo plazos
Respecto al nuevo plazo para las líneas 1 y 2 –que excluyen el tramo común–, el viceconsejero de Obras Públicas insistió en que no caben más retrasos y confirmó que para febrero de 2013 tendrá que generar actividad de negocio «porque empieza la devolución del crédito al Banco Europeo de Inversiones», que aporta el 48% de los 760 millones que costará esta infraestructura.
Para esa fecha se espera disponer del trazado en V, con el vértice bajo la estación de Renfe, donde se unen las dos líneas. Para ello deben terminar los trabajos que se acometen en las calles Cómpeta, Juan XXIII y La Unión.
No obstante, para 2013 todavía quedaría por terminar el tramo común, que dependerá de los restos arqueológicos encontrados en la avenida de Andalucía y del inicio de las obras en el trazado bajo la Alameda y el Parque.
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