
Una vecina sostiene un pedazo de techo que se ha caído en una de las viviendas por la humedad.:: S. V.
Los vecinos de la barriada Solís están desesperados. Llevan años detrás de las administraciones quejándose porque sus viviendas sufren deficiencias. Han decidido llamar a la puerta de la Diputación como último recurso. El presidente de la asociación de vecinos de la zona, Manuel Contreras, le solicitó ayuda el pasado día 7 por escrito. Aunque la competencia de sus viviendas es de la Junta y ésta ya acometió una obra, los vecinos afirman que ni la administración autonómica ni el Ayuntamiento les dan una solución definitiva.
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