jueves, 19 de enero de 2012

Jardines de altura para el puerto (La Opinión)


Las torres de aire acondicionado están cubiertas por buganvillas y las chimeneas por muros verdes







El muro verde interior del restaurante José Carlos García es el más grande de Europa.
El muro verde interior del restaurante José Carlos García es el más grande de Europa. C. Criado
ALFONSO VÁZQUEZ La vista desde el interior del restaurante José Carlos García, en el Muelle Uno, recuerda a una selva que se extiende por la pared. Se trata del jardín vertical o muro verde de interior que con sus casi 30 metros de largo y cuatro de alto es el más grande de Europa, recubierto por helechos, costillas de adán y otras plantas de interior que cuando salen a la calle, en el tramo que llega hasta la capilla del puerto, dan paso a cientos de plantas aromáticas mediterráneas como la lavanda o el romero.

Se trata de un proyecto de Juan Carlos Rodríguez, gerente de Miramar, que ha llevado a cabo la empresa malagueña Acer, aportando un método mucho más eficiente que el del famoso jardín vertical del edificio Caixa Forum de Madrid. «En el Caixa Forum el humus está embolsado y con el tiempo se estropeaban las plantas. Aquí se trata de un musgo chileno llamado sphagnum, del que las plantas se nutren, aunque ya de por sí produce un verdín él solo», comenta Jorge Benthem Gross, que ha viajado a Francia a adquirir este musgo, que se coloca en módulos enrejados. Su sobrino, Ignacio Benthem Martín-Alonso, gerente de Acer, resalta ese contraste entre el muro con plantas aromáticas y la zona con plantas de interior.

Para el cocinero José Carlos García, el jardín vertical ya es «una inspiración de muchos de los platos que tengo», además de un motivo añadido de visita a su restaurante, como ya está constatando.

Acer ha ajardinado además la zona de la capilla del puerto, añadiéndole un estanque con naranjos alrededor y ha plantado junto al agua 103 palmeras washingtonias de 12 metros de altura, entre otras cosas. «Parece que estás en Miami con las palmeras», comenta Ignacio Benthem, que añade que en verano toda esta zona tendrá un microclima, con microdifusores en los toldos del paseo y en otros puntos, para difuminar agua y aumentar la sensación de frescor.

En el paseo de La Farola, el reto para la empresa malagueña ha sido crear 2.200 metros cuadrados de zonas verdes en el techo de los edificios. «Como no tenemos suficiente suelo hemos hecho pequeños montículos y en la parte alta hemos puesto plantas pequeñas como las cicas», señala el gerente de Acer, mientras que Jorge Benthem destaca que las últimas lluvias han demostrado que el sistema de drenaje, que se canaliza y vierte en las pluviales, «funciona muy bien».

Otra novedad ha sido cubrir los módulos de aire acondicionado con buganvillas y otras trepadoras (en total 250) y las chimeneas de los locales con más muros verdes. Además, 100 palmeras washingtonias de 6 metros, 6.500 plantas arbustivas, ciclámenes, palmeras fénix, jazmines... Un jardín original y de altura que ha sido posible gracias a la iniciativa privada.

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