Caneda pone sobre la mesa esta opción ante la falta de empresas interesadas en ejecutar "un edificio singular" · Descarta la rehabilitación del inmueble
S. SÁ
El Ayuntamiento de Málaga da un giro de 180 grados en sus planes para la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. Tras invertir más de 20 millones de euros (cifra que puede crecer en unos 6 millones por gastos impropios) en la adquisición de estas edificaciones y contemplar firmemente la opción de ceder a una empresa privada la rehabilitación de los inmuebles, en estado casi ruinoso, para que de forma temporal ejecutase un equipamiento cultural, el equipo de gobierno del PP acaba de desechar esta opción, al entender que ninguna de las alternativas que en los últimos meses se han puesto encima de la mesa cubren las expectativas que el Consistorio tiene sobre este espacio. "No aportan lo que queremos para la Plaza de la Merced", asegura el concejal de Cultura, Damián Caneda, a Málaga hoy.
El vaivén constante en el que se mueve el Ayuntamiento desde hace años con respecto a este privilegiado asentamiento del centro histórico parece tener ahora un punto y aparte más que significativo. El envite que hace Caneda es singular, por cuanto descartada la vía de uso temporal, su apuesta pasa bien por encontrar un socio privado capaz de levantar en esta pastilla de suelo "un edificio singular" o demoler la manzana para ampliar el espacio público de la zona.
"El espacio se compró para hacer algo muy singular y si no es algo muy singular, prefiero el vacío, porque también es lindo tener una plaza", dijo de forma clara Caneda, para el que las opciones están claras: "Mientras no se dispone de algo singular es preferible una plaza; si no encontramos unos inversores que hagan algo singular prefiero tirar el edificio".
Ésta es la primera ocasión en la que un miembro del equipo de gobierno del PP se pronuncia en estos términos, opción que barajó tímidamente el alcalde, Francisco de la Torre, años atrás, tras formalizar la compra de los inmuebles a la empresa Baensa a finales de 2010 e iniciar los trabajos de remodelación de la Plaza de la Merced. Ni siquiera después de guardar en un cajón el bautizado como Museo de Museos, una de sus grandes promesas, ante la imposibilidad de las arcas municipales de hacer frente a una inversión de cierta consideración, el regidor habló de tirar el Astoria y el Victoria como solución a tomar en consideración.
El derribo es, dado el actual escenario económico, una opción que toma cuerpo. El propio concejal del PP admite la dificultad de hallar "alguien que quiera algo singular; es el peor momento de los últimos cincuenta años e igual que en otras cosas hay proyectos más avanzados, en este caso está la cosa tranquila". "Es algo que puede plantearse en un tiempo razonable si no tenemos alguien que aporte a la plaza, que enriquezca la plaza. Si no, en el intervalo, soy partidario de quitar el edificio", añadió. ¿Cuánto tiempo? Un interrogante sobre el que el responsable municipal eludió contestar, aunque todo apunta a que no debe extender mucho en el tiempo la decisión final sobre esta parcela.
Caneda rechazó que el Ayuntamiento tenga capacidad para invertir en un equipamiento de relevancia en este espacio, más cuando aún tiene abiertas las negociaciones para encontrar empresas que den contenido al edificio de la esquina de oro del puerto y a los 20.000 metros cuadrados de Tabacalera, vacíos tras el fiasco de Art Natura. Al tiempo, destacó que la necesidad "prioritaria" para el equipo de gobierno sigue siendo el auditorio en la zona de El Bulto, también ralentizado en el tiempo como consecuencia de la crisis.
Preguntado por las propuestas que han llegado a manos del Ayuntamiento en los últimos meses, alguna de las cuales parecía dispuesta a desarrollar estudios de grabación y talleres de música en el inmueble, el edil fue contundente: "Hasta ahora lo que nos han mostrado no es de nuestro gusto". La previsión del Ayuntamiento pasaba por convocar un concurso para que la firma a la que se adjudicase la gestión ejecutase los trabajos de adecuación de los edificios, valorado en unos 2 millones de euros.
El vaivén constante en el que se mueve el Ayuntamiento desde hace años con respecto a este privilegiado asentamiento del centro histórico parece tener ahora un punto y aparte más que significativo. El envite que hace Caneda es singular, por cuanto descartada la vía de uso temporal, su apuesta pasa bien por encontrar un socio privado capaz de levantar en esta pastilla de suelo "un edificio singular" o demoler la manzana para ampliar el espacio público de la zona.
"El espacio se compró para hacer algo muy singular y si no es algo muy singular, prefiero el vacío, porque también es lindo tener una plaza", dijo de forma clara Caneda, para el que las opciones están claras: "Mientras no se dispone de algo singular es preferible una plaza; si no encontramos unos inversores que hagan algo singular prefiero tirar el edificio".
Ésta es la primera ocasión en la que un miembro del equipo de gobierno del PP se pronuncia en estos términos, opción que barajó tímidamente el alcalde, Francisco de la Torre, años atrás, tras formalizar la compra de los inmuebles a la empresa Baensa a finales de 2010 e iniciar los trabajos de remodelación de la Plaza de la Merced. Ni siquiera después de guardar en un cajón el bautizado como Museo de Museos, una de sus grandes promesas, ante la imposibilidad de las arcas municipales de hacer frente a una inversión de cierta consideración, el regidor habló de tirar el Astoria y el Victoria como solución a tomar en consideración.
El derribo es, dado el actual escenario económico, una opción que toma cuerpo. El propio concejal del PP admite la dificultad de hallar "alguien que quiera algo singular; es el peor momento de los últimos cincuenta años e igual que en otras cosas hay proyectos más avanzados, en este caso está la cosa tranquila". "Es algo que puede plantearse en un tiempo razonable si no tenemos alguien que aporte a la plaza, que enriquezca la plaza. Si no, en el intervalo, soy partidario de quitar el edificio", añadió. ¿Cuánto tiempo? Un interrogante sobre el que el responsable municipal eludió contestar, aunque todo apunta a que no debe extender mucho en el tiempo la decisión final sobre esta parcela.
Caneda rechazó que el Ayuntamiento tenga capacidad para invertir en un equipamiento de relevancia en este espacio, más cuando aún tiene abiertas las negociaciones para encontrar empresas que den contenido al edificio de la esquina de oro del puerto y a los 20.000 metros cuadrados de Tabacalera, vacíos tras el fiasco de Art Natura. Al tiempo, destacó que la necesidad "prioritaria" para el equipo de gobierno sigue siendo el auditorio en la zona de El Bulto, también ralentizado en el tiempo como consecuencia de la crisis.
Preguntado por las propuestas que han llegado a manos del Ayuntamiento en los últimos meses, alguna de las cuales parecía dispuesta a desarrollar estudios de grabación y talleres de música en el inmueble, el edil fue contundente: "Hasta ahora lo que nos han mostrado no es de nuestro gusto". La previsión del Ayuntamiento pasaba por convocar un concurso para que la firma a la que se adjudicase la gestión ejecutase los trabajos de adecuación de los edificios, valorado en unos 2 millones de euros.
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