El autor de un libro sobre la finalización del primer templo de la provincia sostiene que es posible con desgravaciones fiscales y fondos públicos
16.06.2012 -
Diego Estrada ha plasmado en un libro sus propuestas para terminar la Catedral. :: Salvador Salas
El arquitecto malagueño Diego Estrada es un enamorado de la ciudad y de su Catedral. El próximo día 25, a las 19.30 horas, en el salón de actos de la sede de Unicaja en la plaza de la Marina, presentará el libro 'Finalización de la Catedral de Málaga, mi actual punto de vista'. Se trata de una publicación que ha financiado el mismo y que repartirá entre las personas interesadas en el tema porque su fin no es lucrativo, sino mover conciencias para alcanzar el objetivo que el año pasado también se marcó el Obispado.
-¿Cómo surge su inquietud por la finalización de la Catedral?
-Siempre he tenido la preocupación de que el primer monumento de la ciudad está sin finalizar. Con un presupuesto no demasiado ambicioso podría conseguirse que éste no sea el elemento negativo que ofrece Málaga cuando se visita, porque refleja una especie de apatía y dejadez que podría imputarse al pueblo malagueño pero que no es así, porque siempre ha mostrado un espíritu de lucha y de trabajo.
-¿Por qué ha escrito este libro y por qué en este momento?
-Son momentos de gran crisis económica en Málaga, y creo que una de las maneras de reducir el número de parados es que se retomen las obras de la Catedral, que generarían muchísimos puestos de trabajo. Además, se podrían recuperar oficios como los canteristas y entalladores.
-Imagino que le habrá animado el hecho de que el Obispado resucitara el año pasado el debate sobre una Catedral inconclusa (afirma que le falta el tejado, la sacristía y terminar la torre inacabada), para lo que ha encargado un plan director.
-Ciertamente fue un punto de apoyo para consolidar las ideas que tenía en mi cabeza y plasmarlas en este libro. Así, sé que mi inquietud no es solitaria. Después, han surgido otras personas del mundo de la cultura local que se han solidarizado y que están en contacto conmigo.
-La pregunta obvia es cómo se puede financiar una obra así en esta época de severa crisis económica.
-Es una obra para 1.600.000 malagueños de Málaga capital y provincia que hay que abordarla desde varios puntos. Por ejemplo, vía donaciones. Solo con que cada malagueño y visitante pusiera uno o dos euros para acabar la Catedral obtendríamos de golpe tres o cuatro millones de euros, que es la mitad de los seis millones de euros en que podría valorarse la obra, aunque puede que finalmente alcance los doce millones en total. Además, algunas empresas también podrían colaborar y patrocinar el proyecto con aportaciones económicas o en especie. Lo más importante es que, en estos momentos de crisis, cada euro que se invierta en este proyecto generaría dos o tres euros para la economía de la ciudad.
-¿Cómo podrían canalizarse esas aportaciones?
-En el libro propongo la creación de una fundación formada por el Obispado, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Diputación para gestionar la culminación del templo mediante un plan director. Las donaciones podrían incentivarse mediante beneficios fiscales para las personas que las hagan. Por ejemplo, para terminar y restaurar la Catedral de Tarazona se está desarrollando una campaña para que los donativos desgraven acogiéndose a la Ley del Mecenazgo. Además, también se podría destinar una casilla en la declaración de la renta de los malagueños para todos aquellos que quisieran colaborar con el proyecto mediante la deducción de la cuota del IRPF, ya que se trata de un monumento inscrito en el registro general de Bienes de Interés Cultural desde 1931. Para la Expo del 92 en Sevilla y las olimpiadas de ese año en Barcelona ya se hizo algo parecido. El contribuyente que quiera colaborar pagará menos a la hacienda pública porque ha tenido el detalle de dar un dinero para la finalización de un BIC. Habría que habilitar y distribuir un certificado para la desgravación fiscal acogiéndose a la Ley de Mecenazgo.
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