El Ayuntamiento asumirá en las próximas semanas la titularidad de los terrenos con la condición de hacer un gran parque
14.06.2012 -
Fotomontaje en el que se muestra el aspecto que tendrían los terrenos del Campamento Benítez tras su transformación en un parque. :: ANTONIO TORRES
Después de cuatro meses de negociaciones, los terrenos del antiguo Campamento Benítez están hoy más cerca de convertirse en un parque abierto a los ciudadanos. El Ministerio de Hacienda ha desbloqueado la entrega de la finca por parte de Fomento al Ayuntamiento de la capital, que será gratuita, con la única condición de que albergue una gran zona verde.
El punto más conflictivo del acuerdo estaba, según ha podido saber SUR, en qué hacer con los casi 16 millones de euros que el Ministerio de Fomento invirtió en unas obras en Torrejón de Ardoz (Madrid) -por encargo de Defensa- a cambio de la titularidad del Benítez. Para colmo, estos fondos salieron de las arcas de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), que es una empresa pública.
Finalmente, la intervención directa del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha permitido poner fin al tira y afloja entre ambas instituciones. En la decisión han pesado las peticiones que le han hecho en este sentido tanto los diputados populares de Málaga, con Celia Villalobos a la cabeza; como la ministra de Fomento, Ana Pastor; y el equipo de gobierno municipal.
Superado el principal escollo, todo apunta que el convenio de cesión entre Fomento y el Ayuntamiento se podrá firmar en las próximas semanas. A falta de concretarse los detalles, la principal cláusula que contiene este documento es que la parcela, de 28 hectáreas, no puede destinarse a otros usos distintos al de zona verde, lo que excluye cualquier posibilidad de urbanizar ni de cederlo a una empresa para su explotación. Además, el departamento de Pastor se desvinculará por completo del futuro de este espacio, por lo que no participará en su financiación. Por su parte, los responsables de la Casona se comprometen a retirar el recurso judicial que mantienen en el Tribunal Supremo sobre su titularidad.
Reunión en Madrid
Una delegación del Ayuntamiento se desplazó a Madrid el pasado 4 de junio y mantuvo una reunión con altos responsables de Hacienda para abordar este punto, según confirmaron fuentes municipales, que aseguraron que estaban a la espera de «noticias inminentes». De esta forma, se dará respuesta a una demanda histórica del Ayuntamiento de la capital, que lleva años reclamando, tanto por la vía institucional como en los tribunales, la retrocesión de la propiedad del suelo, dado que en abril de 1995 se extinguió el uso militar para el que fue cedido en 1925.
A tenor de la buena disposición del Ejecutivo central para desbloquear esta vieja reivindicación de la ciudad, el alcalde, Francisco de la Torre, anunció el pasado mes de mayo que destinará un millón de euros a acondicionar el antiguo acuartelamiento militar como zona verde, con el objetivo de que se pueda abrir a los malagueños a finales de este mismo año. El proyecto, que Urbanismo está ultimando, plantea adecentar la arboleda y acometer, en un primer momento, un carril bici, áreas de juegos infantiles y servicios. A medio plazo, De la Torre no renuncia a que se considere un parque metropolitano, por su cercanía a Torremolinos y Alhaurín de la Torre. Con lo que se podría acometer el proyecto completo, que tiene un presupuesto de 20 millones, y el mantenimiento correría a cargo de la Junta.
Ideas que no vieron la luz
Desde 1995, cuando se abandona el uso militar que conocieron varias generaciones de malagueños, se han planteado diversas fórmulas para que la finca tuviera uso ciudadano. El intento que alcanzó un mayor avance fue el liderado por la exministra de Fomento, Magdalena Álvarez, quien en 2005 propuso que albergara un museo del transporte. Se llegó a traspasar la titularidad a su departamento y se encargó el diseño del edificio, aunque la crisis y los recortes dieron al traste con una iniciativa valorada en 300 millones.
Cinco años después, con José Blanco como titular del ministerio, se descarta la anterior iniciativa y cobra fuerza entre la ciudadanía malagueña la petición para adecuarlo como el gran pulmón verde de la capital de la Costa del Sol. En cambio, se producen roces con el Ejecutivo socialista, que en primera instancia reclama compensaciones urbanísticas a la ciudad, valoradas en 76 millones, a cambio de permitir el parque. Finalmente, las presión política hace que dé marcha atrás, aunque se mantienen varias discrepancias. En este nuevo escenario de colaboración, todo apunta a que, esta vez sí, puede ser la hora del Benítez.
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