Los propietarios quieren clarificar los parámetros urbanísticos que le afectan por si algún inversor se interesa en la rehabilitación
El edificio de La Equitativa es un emblema del Centro. :: A. CABRERA
El emblemático edificio de La Equitativa sigue buscando un proyecto que lo ponga en valor, cuestión que se antoja bastante complicada en estos momentos de crisis, aunque sus propietarios no pierden la esperanza. Según pudo conocer este periódico, hace pocas semanas contactaron con el Ayuntamiento para efectuar una consulta sobre los posibles usos que puede tener el edificio, y los condicionantes urbanísticos que le afectarían a la hora de plantear una determinada intervención sobre él. Para ello, se reunieron con responsables de la Gerencia Municipal de Urbanismo con el fin de obtener información al respecto.
Los propietarios mayoritarios del inmueble quieren tener claros los parámetros que debería cumplir un inversor en caso de que se interese por La Equitativa, y las posibilidades que le ofrecería el conjunto para el proyecto en cuestión que se pueda plantear. No obstante, según fuentes consultadas, en este momento no hay empresa alguna interesada en el edificio, que llegó a estar a la venta en Internet por 50 millones de euros, como adelantó este periódico (ver SUR 2/3/2012), si bien este extremo fue posteriormente negado por sus propietarios.
Flexibilidad
El nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), en vigor desde el verano del año pasado, facilita la adaptación de La Equitativa a un posible proyecto comercial, ya que deja abierta la posibilidad de acometer una reforma en su interior pese a tratarse de un inmueble catalogado con protección arquitectónica de grado uno, donde hasta ahora solo estaba permitida la rehabilitación. La normativa del Plan General especifica que, para los niveles de protección uno y dos, «en casos excepcionales debidamente justificados, podrán autorizarse obras interiores de mayor alcance, previa propuesta del interesado informada favorablemente por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, siempre que la actuación pretendida no afecte a elementos de valor del edificio».
Esto haría posible una ampliación de las alturas de las plantas bajas del conjunto en el caso de que quisieran ser ocupadas por un proyecto comercial, que podría ejercer como locomotora del resto de la recuperación del edificio, para que el que sus dueños plantearon hace tres años su reforma para albergar comercios, oficinas y 80 viviendas de lujo. Su ubicación privilegia, frente a la calle Larios y en plena ruta entre el nuevo centro comercial Muelle Uno y el casco antiguo, lo hacen atractivo para alguna firma o proyecto que quisiera implantarse en Málaga.
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