La empresa insiste, como viene haciéndolo en los últimos ejercicios, en que está contactando con posibles inversores interesados · El Ayuntamiento elude intervenir a pesar de que el terreno es de su propiedad
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.11.2012 - 01:00
La empresa Udisa sigue sin encontrar la financiación necesaria para poner en marcha el complejo deportivo de Bizcochero-Capitán, objeto de una concesión por parte de la Gerencia de Urbanismo hace ahora siete años y siete meses. El que fuera primer gran icono del nuevo modelo auspiciado por el Ayuntamiento de la ciudad en materia deportiva, se mantiene anclado en la inactividad, mientras otras concesiones similares, caso de los centros de Huelin y Segalerva (también tocados por la crisis) presumen de tener miles de usuarios.
Un enorme socavón en la parcela, situada junto a la Ciudad de la Justicia, del que apenas sobresalen varias decenas de pilares de hormigón, constata el letargo sin fin en el que se halla esta intervención, sin que ello haya generado movimiento alguno por parte de la administración competente en la materia.
Si bien los diversos concejales que han pasado por la Gerencia de Urbanismo en los últimos tres mandatos han amenazado con la posibilidad de recuperar la concesión ante la parálisis del proyecto, ninguno ha dado el paso definitivo. Y, en el escenario actual, no parece que eso vaya a ocurrir. El delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, admitió que en su departamento siguen sin recibir noticia alguna sobre la financiación de la obra, a pesar de lo cual fue claro: "La decisión, de momento, es no hacer nada en contra, habida cuenta de que pagaron el canon (6 millones de euros) y se comprometieron a buscar el dinero. Es difícil de conseguir y merece la pena ofrecer la oportunidad de que sigan buscando", comentó el edil.
Y ello a pesar de que el pliego de condiciones del concurso lo permitiría, al obligar a la empresa a construir "todas las instalaciones" definidas en el proyecto en un plazo de 18 meses a contar desde la concesión de la licencia de edificación, permiso aportado en septiembre de 2007, tres meses después de que le fuese denegada por una serie de discrepancias. No obstante, desde la empresa se defiende que la licencia no se concedió hasta 2009.
Mientras el Ayuntamiento expone razones similares a las que dio a principios del ejercicio, la parte privada reitera que la ausencia de movimiento en la pastilla se debe a la imposibilidad de encontrar quién financie la intervención. Sobre ello, el gerente de Udisa, Ignacio Santa Cruz, expuso a este periódico que se siguen manteniendo contactos con posibles inversores interesados en la operación. "Necesitamos un inversor particular, porque los bancos no dan dinero", indicó, si bien se ignora cuándo podrá desbloquearse esta fase para pasar a la siguiente, la de intervención sobre la zona.
Udisa es la misma empresa que años atrás recibió la adjudicación para desarrollar la transformación en centro comercial del Muelle Uno, proyecto que abandonó apenas semanas después de recibir el contrato ante la imposibilidad de asumir los compromisos.
Un enorme socavón en la parcela, situada junto a la Ciudad de la Justicia, del que apenas sobresalen varias decenas de pilares de hormigón, constata el letargo sin fin en el que se halla esta intervención, sin que ello haya generado movimiento alguno por parte de la administración competente en la materia.
Si bien los diversos concejales que han pasado por la Gerencia de Urbanismo en los últimos tres mandatos han amenazado con la posibilidad de recuperar la concesión ante la parálisis del proyecto, ninguno ha dado el paso definitivo. Y, en el escenario actual, no parece que eso vaya a ocurrir. El delegado de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, admitió que en su departamento siguen sin recibir noticia alguna sobre la financiación de la obra, a pesar de lo cual fue claro: "La decisión, de momento, es no hacer nada en contra, habida cuenta de que pagaron el canon (6 millones de euros) y se comprometieron a buscar el dinero. Es difícil de conseguir y merece la pena ofrecer la oportunidad de que sigan buscando", comentó el edil.
Y ello a pesar de que el pliego de condiciones del concurso lo permitiría, al obligar a la empresa a construir "todas las instalaciones" definidas en el proyecto en un plazo de 18 meses a contar desde la concesión de la licencia de edificación, permiso aportado en septiembre de 2007, tres meses después de que le fuese denegada por una serie de discrepancias. No obstante, desde la empresa se defiende que la licencia no se concedió hasta 2009.
Mientras el Ayuntamiento expone razones similares a las que dio a principios del ejercicio, la parte privada reitera que la ausencia de movimiento en la pastilla se debe a la imposibilidad de encontrar quién financie la intervención. Sobre ello, el gerente de Udisa, Ignacio Santa Cruz, expuso a este periódico que se siguen manteniendo contactos con posibles inversores interesados en la operación. "Necesitamos un inversor particular, porque los bancos no dan dinero", indicó, si bien se ignora cuándo podrá desbloquearse esta fase para pasar a la siguiente, la de intervención sobre la zona.
Udisa es la misma empresa que años atrás recibió la adjudicación para desarrollar la transformación en centro comercial del Muelle Uno, proyecto que abandonó apenas semanas después de recibir el contrato ante la imposibilidad de asumir los compromisos.
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