lunes, 10 de diciembre de 2012

El Gobierno prevé dar uso comercial y ferroviario a los torreones de Renfe (Málaga Hoy)


Adif opta por ampliar el abanico de posibles continentes para estos edificios tras contemplar sólo oficinas propias · Su rehabilitación ha supuesto 1,8 millones
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 10.12.2012 - 01:00
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Estampa actual de los pabellones de Renfe tras su rehabilitación.

¿Podría un negocio privado ser parte del continente de los renovados torreones de Renfe? Sí. A la espera de que se concrete qué quiere hacer el propietario de estas edificaciones, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), con estas dos construcciones, la posición de partida abre la opción a que el uso de las mismas sea comercial. Así al menos consta en una reciente respuesta parlamentaria emitida por el Gobierno central a pregunta del diputado nacional del PSOE Miguel Ángel Heredia. 

En la escueta contestación, publicada el pasado 28 de noviembre, se afirma: "El uso que se prevé dar a los torreones de la estación de Málaga María Zambrano estará ligado a la explotación comercial y ferroviaria de la estación". Ello supone un avance importante respecto al planteamiento que el organismo estatal, dependiente del Ministerio de Fomento, tenía sobre el futuro de los inmuebles, cuando limitaba su utilización como asentamiento de oficinas del propio ente. 

En cualquier caso, desde Adif precisaron que los usos comerciales a los que se alude por parte del Ejecutivo central estarían acotados, dadas las características de los edificios y sus dimensiones. En este sentido, si bien no hay aún confirmación cierta, aludieron a la posibilidad de que se asentasen agencias de viajes u otro tipo de empresas vinculadas con la propia estación de trenes. 

Todo ello ocurre mes y medio después de que se haya dado por culminada la intervención de restauración de estos edificios y que ha supuesto una inversión de 1,8 millones de euros. El origen de estas construcciones se remonta al último tercio del siglo XIX. Ambos pabellones, sobre los que pesa la protección de la Junta de Andalucía, son seña de identidad de la antigua estación de Renfe, que cayeron en desuso en el año 2003. Son casi iguales en su estructura y superficie, salvo en lo que respecta a la distribución interior. 

Ambos tienen forma rectangular, cuentan con dos plantas y mantienen el mismo nivel de cubiertas. La superficie total de los dos edificios es de 1.080 metros cuadrados. Las obras de rehabilitación fueron desarrolladas por la unión temporal de empresas (UTE) integrada por Construcciones Analto y Procyr Edificación y Urbanismo, incluyendo en las tareas la recuperación del ladrillo visto de las fachadas, los huecos en forma de arco, los balcones y petos de cubierta y las proporciones generales y acabados del proyecto inicial. 

En el interior, con el fin de destacar el ladrillo visto de los muros exteriores, se han instalado elementos grises que neutralicen el efecto en el conjunto. Además, se han empleado vidrio en las barandillas de las escaleras y en el castillete del ascensor. Al tiempo, se han introducido mejoras en accesibilidad, estando prevista la instalación de un ascensor en cada uno de los torreones.

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