miércoles, 6 de agosto de 2014

Los precios siguen a la baja, con una caída del 5,7% en los pisos y del 9,7% en los chalés en la Costa del Sol (La Opinión)

El stock de viviendas vacías pendientes de vender en el litoral malagueño ha caído un 31,5% en un año

06.08.2014 | 05:00
El precio de la vivienda sigue a la baja en la Costa del Sol, con más incidencia en los chalés que en los pisos, lo que se puede explicar por las mayores dificultades por conseguir un comprador, según se deduce del estudio inmobiliario realizado por la consultora inmobiliaria Aguirre Newman, quien apunta que el precio medio del piso ha caído un 5,7% respecto a 2013, situándose en unos 196.956 euros, mientras que los chalés están un 9,7% más baratos y con un coste medio que ronda los 393.520 euros.

Muy vinculado al precio se encuentran los plazos de comercialización. Apenas han cambiado desde 2011, cuando se situó en 122 meses para la venta de una promoción de vivienda plurifamiliar media y 132 meses en el caso de una promoción de unifamiliar.
Sobre la evolución para los próximos meses, Aguirre Newman vaticina que la depreciación de las propiedades inmobiliarias continuará en los próximos meses, aunque no de forma uniforme. Las reducciones de precios más notables se producirán en promociones que estén ubicadas en zonas deslocalizadas, es decir, alejadas del centro o menos atractivas para el mercado de la vivienda vacacional. Por su parte, en las promociones situadas en zonas exclusivas de las ciudades y en las urbanizaciones de vivienda vacacional, el ajuste de precios no se apreciará de forma evidente.
Este ajuste de los precios en la Costa del Sol permitirá, según el estudio elaborado por la consultora inmobiliaria, que el litoral malagueño siga siendo un mercado atractivo para la compraventa de vivienda por parte de extranjeros.
Las entidades financieras, bancos y la Sareb serán los principales actores del mercado, tanto por la venta directa de viviendas a particulares como por la venta de grandes carteras residenciales a inversores, ya sea de producto terminado o de deuda por créditos a promotor.
Hay que tener en cuenta que se quedaron con gran parte del stock de viviendas y urbanizaciones que eran propiedad de las inmobiliarias y promotoras quebradas durante los tres primeros años de la crisis.

Este exceso de stock influye decisivamente en la caída del 18,4% en la obra nueva durante el último año, pasando de 18.485 a 16.508 unidades. Del total de vivienda nueva, el 29,7% se encuentra sin vender. Un dato que, indican, «evidencia un descenso del stock sobre oferta inicial del 31,5%, en comparación con el año anterior».

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