miércoles, 30 de mayo de 2007

Rescatan un ejemplo del arte mural del neoclásico (Noticia La Opinión)

Un edificio de Postigo de Arance lucirá los motivos típicos de la policromía de finales del XVIII. La firma Quibla recupera los frescos.
ALEJANDRA GUILLÉN. MÁLAGA.Málaga alberga claros ejemplos de todas las fases pictóricas de la pintura mural del siglo XVIII. Desde los primeros tanteos del barroco al dibujo más figurativo, las fachadas pintadas en la capital se convirtieron en un elemento caracterizador de la sociedad de la época, que se expresaba a través de un lenguaje ornamental, de carácter heterogéneo y de muy variados tipos. Un ejemplo muy esclarecedor y representativo en el que la arquitectura se dota de forma y color está en un edificio de la céntrica calle Postigo de Arance, donde finalmente se protegerán las decoraciones murales de finales del XVIII. La empresa especializada Quibla Restaura se encarga de la recuperación de los ornamentos de la fachada, que se extienden por la primera y la segunda planta, así como la restauración de la piedra caliza original de la portada principal. En las primeras catas apareció la vistosa policromía barroca, aunque en este caso, la intervención está sacando a la luz numerosos ejemplos decorativos neoclásicos, especialmente en los frontones y las pilastras. El restaurador de Quibla Joaquín Gallego afirma que estos motivos decorativos son muy singulares y distintos a los barrocos. El arte mural del neoclásico se percibe en el predominio de los colores verde, amarillo y negro; este último para marcar las líneas arquitectónicas, frente a los tonos tierra y rojizos, más recurrentes en el periodo barroco. En esta ocasión, la arquitectura se dota de color en los elementos que rodean los vanos. Así, las pilastras son construidas para ser decoradas encima y la fachada se embellece con motivos decorativos como columnas, capiteles y un frontón con una voluta barroca reconstruida.

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